Reus dispone, desde hace pocas semanas, de un nuevo servicio de información y acompañamiento a familiares y amigos de personas que pueden estar en riesgo de suicidio. El punto de atención, que se ubica en el Centre Cívic del Carme, lo gestiona la Associació Catalana de Prevenció del Suïcidi (ACPS). Este es el primer espacio que la entidad, con sede en Barcelona, impulsa fuera de allí y resulta también, por lo tanto, pionero en la provincia. Su responsable, la psicóloga Laura Horcajo, explica al Diari que la demanda de atenciones de este tipo se ha disparado con la pandemia. «Es impresionante, tenemos una explosión de casos increíble», detalla, y añade que la Covid-19 ha implicado «un cambio enorme en la sociedad ante el cual nadie nos ha dado ningún apoyo, y eso se está viendo reflejado ahora».
El servicio se presta, de momento, una tarde a la semana, de 17 a 19h., aunque la intención es ir a más. Acudir a él es completamente gratuito, pero hay que reservar cita por WhatsApp a través del número 652 87 38 26 o mediante el correo electrónico info@acps.cat.
La función del nuevo punto es, tal como precisa Horcajo, «dar apoyo a familiares y amigos de personas en riesgo de suicidio, que han llevado a cabo un intento o que han verbalizado esa voluntad». Y es que «mientras que a la persona en riesgo, aunque sí la recibimos para que no encuentre otra puerta cerrada, se la remite habitualmente al organismo público de salud mental, el entorno se suele quedar un poco más descolgado, no encuentra muchos lugares a los que recurrir, no recibe acompañamiento y soporta una carga emocional muy elevada». «Al final», valora la psicóloga, «el sistema también los operativiza un poco porque realizan una labor casi médica, comunitaria o asistencial, y necesitan ese apoyo». Por eso, «nosotros tratamos de aportarles algunas pautas, indicarles cómo se puede reaccionar; está claro que no existe una solución clave, pero sí una escucha activa porque a menudo los allegados no saben gestionar las emociones que les aparecen».
La atención es individualizada y «quienes vienen explican hasta donde quieren, e intentamos entender y ayudar». A veces, precisa Horcajo, «hay falta de comunicación o culpa» y «también detectamos factores de riesgo o de protección: por ejemplo, si una persona se encuentra muy triste, con ideas de suicidio, y de un día para otro parece estar muy bien, quizá los familiares perciben que ha mejorado pero una mejora repentina también puede significar que la persona se siente aliviada porque ha elaborado un plan de suicidio».
La Associació Catalana per a la Prevenció del Suïcidi está especializada en este ámbito concreto pero, igualmente, «nosotros no excluimos la visita al psicólogo, sino al contrario, la solemos recomendar», también porque «la idea no es venir recurrentemente; se trata de un servicio informativo».
La intención de crecer
El nuevo punto del Centre Cívic del Carme se puso en funcionamiento justo el pasado mes de enero y en este tiempo ha recibido a los primeros usuarios. «En Barcelona tenemos establecidos grupos de ayuda y algunas otras actividades y la idea es, en el futuro, poder hacer esto también en Reus, pero ahora aún estamos empezando», indica Horcajo. La ACPS se constituyó en 2012, está integrada por supervivientes, por psicólogos y voluntarios, y trabaja con la finalidad de «reducir la mortalidad por suicidio a través de la concienciación social y también del acompañamiento del entorno».
Los datos sobre suicidios en la provincia de Tarragona recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran 82 casos consumados en 2020, el 75% de los cuales –62– eran hombres. La cifra supone un aumento con relación a 2019 –cuando se produjeron 60– y en general respecto a todo el histórico, teniendo en cuenta el impacto de la pandemia. Horcajo cuenta que «para decirlo sencillo, la flexibilidad cognitiva es una de las mejores capacidades para las personas que son felices» y «ahora ha habido un cambio muy grande sin ninguna guía y casi sin herramientas». En este escenario, la incidencia quizá ha sido mayor en los adolescentes, en los que «vemos que ha aumentado mucho porque ellos se forman en un contexto social y esta parte ha desaparecido sin que se haya suplido con nada», y de aquí que «haya tenido más significancia para las familias».
Sobre el papel del Ayuntamiento de Reus en este ámbito concreto, el concejal de Salut, Òscar Subirats, comenta que «la concejalía desarrolla varios programas para abordar temas vinculados a la salud emocional como charlas, asesorías y talleres orientados a dotar de herramientas a los profesionales y a la ciudadanía». Y, en septiembre de 2021, «también firmamos un convenio con el Col·legi de Psicologia para sacar adelante esta línea de trabajo y reforzar la red de activos en salud».
«En cuanto a la prevención», expresa Subirats, «se ha empezado a trabajar en la redacción del Pla Local de Prevenció de la Conducta Suïcida, que se prevé aprobar este año 2022». Además, «la combinación de estrategias de prevención universal con reajustes específicos para poblaciones de riesgo da acciones recomendadas y que se han revelado como eficaces para afrontar la prevención del suicidio».
Por otro lado, el responsable de Salut del Ayuntamiento de Reus indica que «actualmente se ha incorporado al equipo de la concejalía la figura de una psicóloga para llevar a cabo la diagnosis y la redacción de ese Pla, que tienen como finalidad proporcionar a la comunidad un marco de referencia para desarrollar medidas preventivas dirigidas a la población que promuevan la salud mental e incidan sobre los factores de riesgo que determinan el estado de salud mental de la población; y sistemas de detección y atención temprana frente a situaciones de riesgo en grupos vulnerables».