Un catedrático especializado en química analítica me comentaba hace un tiempo que de la depuración de las aguas residuales de una ciudad se pueden conseguir resultados de la máxima calidad que uno desee. «La tecnología existe», subrayaba. Todo depende de una cosa: inversión económica.
Es en este punto en el que se encuentra Reus. La falta de agua por la fuerte sequía que golpea el territorio desde hace meses ha acrecentado la necesidad de regenerar el agua que sale de la depuradora de la capital del Baix Camp. La idea es poder reutilizar mayor porcentaje para destinarla a riego u otros usos. Esto permitiría liberar parte del consumo que Reus hace del pantano de Riudecanyes y, en consecuencia, del Siurana.
Hace ya años que se plantea el proyecto, que es a largo plazo y, por lo tanto, será para solucionar próximas sequías, pero no la actual. Como coinciden todos los sectores afectados (tanto payeses como ecologistas y municipios): «Cuando llueve, rápido nos olvidamos» de las recurrentes sequías y, como coinciden: «Se tendría que trabajar cuando los pantanos están llenos y no cuando ya vamos tarde». Como denuncian frecuentemente desde el GEPEC: falta planificación y gestión de los recursos a medio y largo plazo.
Anualmente, la EDAR de Reus trata, aproximadamente, 6 millones de metros cúbicos, de los cuales, solo alrededor de un 10% es reutilizada actualmente por parte de la Comunitat de Regants del Molinet y el Gaudí Golf Club. La cantidad restante va hacia el barranco de Mas Calvó, que más adelante se convierte en Barenys.
En 2020, la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) ponía en marcha un estudio para conocer qué opciones hay para reutilizar una mayor cantidad de agua de la estación depuradora de Reus. Un año más tarde, el mismo ente planteaba en la Taula del Siurana-Riudecanyes una inversión de 28 millones de euros para llevar a cabo el proyecto. Después, silencio. Las partes implicadas en la Taula se quejaban de que el proyecto ya no estaba encima la mesa. Hasta que hace unas semanas el ACA volvía a plantearlo, de momento, con una inversión inicial de 8 millones. ¿Será esta vez el empujón definitivo?
El territorio así lo reclama. Hace pocos días, Unió de Pagesos presentó públicamente un manifiesto para, precisamente, exigir celeridad y que el proyecto de regeneración del agua de la depuradora de Reus acabe siendo una realidad lo antes posible. Por ahora, el uso de boca no está en peligro, pero sí las cosechas e incluso los árboles, que podrían perderse, como alertan los payeses.
El documento de UP cuenta con el apoyo de todos los grupos municipales presentes en el Ayuntamiento de Reus; la Diputació de Tarragona; los Consells Comarcals del Baix Camp y Tarragonès; y la Cambra de Comerç de Reus. Así pues, parece que el territorio hace frente común sobre esta cuestión. Cabrá ver si, ahora, el proyecto acaba tirando adelante y consigue ser una realidad en la próxima sequía.