Los vecinos del barrio Horts de Miró de Reus quieren «saber más» sobre la contaminación de algunos sectores de La Hispània. Por ello, desde la asociación vecinal (AV) han empezado a pedir ayuda a entidades ecologistas para informarse. «Nos enteramos por la prensa y por la denuncia que hizo la CUP de Reus de que el subsuelo del terreno podía estar contaminado», cuenta la presidenta de la AV del barrio Horts de Miró, Pilar Flamenco.
De momento, por parte del Ayuntamiento, «no nos ha llegado nada». El consistorio se comprometió en el pleno municipal de octubre –a raíz de una moción de los cupaires– que los informaría, de eso y que gestionaría la contaminación supervisada por la Agència Catalana de Residus (ACR). Por el momento, aun así, se desconoce el calendario de cuándo empezarían estás rondas informativas.
Desde la asociación vecinal, «lo que hemos hecho, por ahora, ha sido recurrir al Grup d’Estudi i Protecció dels Ecosistemes Catalans-Ecologistes de Catalunya (GEPEC-EdC)» y dicen estar «abiertos» a ir recibiendo información. Flamenco hace saber, también, que han enviado un correo a la entidad ecologista para mantener una reunión, «para informarnos más profundamente del impacto medioambiental que puede significar esta contaminación». La representante vecinal añade, por otro lado, que del barrio «no hay muchos vecinos que sean conocedores de la situación, no hay alarma social», que le conste, «puesto que hay incluso quien desconoce los límites que tiene el propio barrio y, por lo tanto, si han oído hablar de la contaminación no la relacionan con el barrio».
Flamenco explica que Horts de Miró limita con el aparcamiento al aire libre del área tarifada ‘Riera Miró’, que da a la Riera d’Aragó y está cerca de la Riera de Miró. Dicha zona, cuya contaminación fue denunciada por la CUP a principios de este octubre a la ACR, se ubicaron tiempo atrás las antiguas cocheras de la compañía de autobuses La Hispània. Allí está previsto que se construya un parking municipal de tres plantas subterráneas y 60 viviendas de protección oficial. «Los resultados de informes de esta zona vinculan directamente la contaminación con restos de baterías de automóviles, objeto de trabajo de la empresa que había anteriormente», dijo la concejala de la CUP de Reus, Mònica Pàmies, cuando el grupo municipal salía por primera vez a denunciar públicamente la contaminación.
La concejala anticapitalista añadió, por entonces, que incluso había datos de «la presencia de plomo que pasan de valores de 20 a 800 y la gente con quien trabajamos son expertos y empresas subcontratadas». Pàmies arguyó que la responsabilidad es de la antigua Hispània y que si el Ayuntamiento «lo sabe, debería poner en conocimiento a la Generalitat, y si conviene, denunciar».
En esta línea, la CUP instó al Ayuntamiento que se pararan los trabajos del parking de La Hispània, porque «contiene un alto riesgo para la salud del vecindario». «Existen informes desfavorables a la ejecución del aparcamiento subterráneo», insistió Pàmies. Incluso el concejal de la CUP, Edgar Fernández, puntualizó que «incluso Transports Metropolitans de Tarragona emitió un informe negativo».
Por entonces, fuentes municipales defendieron que el Ayuntamiento «sigue escrupulosamente los pasos normativos para la futura gestión de residuos vinculados al aparcamiento de La Hispània». Admitieron, por otro lado, que había estudios que identificaron «materiales contaminantes en un área muy localizada». «Antes de las obras –siguieron las mismas fuentes– habrá que hacer un análisis cuantitativo del riesgo». «La gestión de residuos está prevista en el presupuesto y el proyecto sigue adelante, como estaba previsto», concluyeron fuentes municipales.
«Vecindario en peligro»
Sobre lo expuesto por el gobierno, los anticapitalistas incidieron en la importancia de asumir responsabilidades. «Lo peligroso es que se intervenga el subsuelo y la descontaminación la tiene que hacer el propietario, por ley. Esto no quita que el Ayuntamiento vaya en contra del causante», expuso la concejala Pàmies en una comparecencia pública, también en octubre. Dicha intervención, se realizó en el aparcamiento al aire libre de La Hispània en cuestión, y miembros de la CUP colgaron carteles reivindicativos, cuyo lemas eran ‘vecindario en peligro’ y ‘zona contaminada’. La CUP informó, también por entonces, que su denuncia interpuesta a la ACR había sido admitida a trámite y que el organismo «tiene potestad sancionadora, hará un llamamiento al consistorio para que descontamine».
El Ayuntamiento expresaba anteriormente que tenía prevista la gestión de residuos, pero la concejala Pàmies lo puso en duda: «No está contemplado en la partida del movimiento de tierras». La concejala independentista añadió que «nuestro abogado medioambientalista descubrió que el Ayuntamiento tenía conocimiento del informe en el que constaba esta contaminación desde 2020».
A modo de recordatorio, en el pleno de octubre, la CUP llevó al pleno una moción en la que pedía, entre otros puntos, parar las obras del parking de La Hispània, que no prosperó. En su lugar, otros acuerdos que proponían, sí que obtuvieron el compromiso del gobierno: informar a los vecinos y gestionar la contaminación.
Sobre la negativa de parar las obras, la concejala de Urbanisme, Marina Berasategui, manifestó que «no podemos pararlas, porque hemos superado todas las fases de licitación». «Éramos conocedores del aspecto ambiental, ya que años atrás se ubicaron allí las antiguas cocheras de La Hispània y la gestión de residuos de entonces no es la de ahora. Por eso, hicimos un estudio prospectivo del suelo y, por transparencia, adjuntamos los estudios pertinentes como documentación anexa al proyecto, que es de carácter público», añadió Berasategui.
La concejala de Urbanisme aseguró que pasarían por las etapas del protocolo de descontaminación y Pàmies objetó que «eso no nos tranquiliza, no se aprecia en ningún documento, desglosada, esa descontaminación que dicen que van a hacer». «El gobierno sabía desde 2020 que el sector s4 y parte del s3 contaminados lo estaban y no lo notificó a la ACR, eso demuestra falta de transparencia», adujo Pàmies. La concejala de la CUP instó al Ayuntamiento que «delimiten la zona contaminada, porque hasta que no se cuantifique eso, no se podrá determinar la cuantía de la descontaminación».