Alegría intensa esta mañana en Industrias Teixidó, porque muchos de los trabajadores de esta fábrica de Riudecols llevan dos años seguidos ganando el Gordo de Navidad. Sin embargo, otros se autocalifican de "tontos" porque no habían adquirido décimos ni en 2019, ni en 2020.
Jordi Valero pertenece al grupo de los primeros, y no olvidará cómo este martes estaba en su despacho y, de repente, ha escuchado muchos gritos. Tampoco olvidará el número 72.897. Al salir de la estancia, ya se ha cruzado con gente llorando, otros riendo y otros cantando. "Ya he pensado de qué era y me he puesto muy contento", confiesa. Como ya hizo el año pasado, cuando llevaba un número distribuido a través del centro aragonés el Cachirulo de Reus, que repartió 320 millones, volverá a repartir el dinero entre sus familiares y acabará de pagar el apartamento que compró entonces.
Pero no todos los 450 trabajadores habían adquirido décimos al comité de empresa. Dos de ellos, sin querer dar sus nombres, han indicado que no tenían, el primero porque es de los que cree que nunca toca. "Te puedes imaginar cómo me siento ahora", ha apostillado cabizbajo. Su compañero, ha reconocido que sí suele comprar, pero que le pasaron los días y no lo llegó a hacer. "Viendo el pellizco que ha llegado hoy aquí se me queda cara de tonto", ha concluido.
El caso de Victoria Pérez también tiene que ver con Industrias Teixidó, aunque ella no es trabajadora. Esta mañana no se ha podido reprimir y cuando ha visto por la televisión que era una de las agraciadas de la Lotería de este año ha bajado a la calle para ir a abrazarse con la gente de la administración de La Pastoreta de Reus.
Sin embargo, lo que le quedará en la memoria para el resto de su vida es que el décimo, que con los nervios no recordaba muy bien dónde lo había guardado, lo había adquirido una de sus mejores amigas, trabajadora en la fábrica de Riudecols y que el año pasado ya tuvo también premio en la Lotería de Navidad.
Acompañada por una de sus hijas, más que emocionada, vertiendo lágrimas de felicidad, Victoria ha rememorado que junto con otra amiga decidieron pedirle a la compañera de Teixidó que, con la buena suerte del año pasado, se encargara también este año de comprar los números de la lotería. Y ha vuelto a acertar. Las tres amigas son este 22 de diciembre las poseedoras de tres décimos, premiados cada uno de ellos con 400.000 euros.
Con los nervios del momento, Victoria Pérez apenas ha atinado en pensar a qué destinará el dinero, porque, "lo primero será encontrar el billete, aunque seguro que acaba apareciendo", ha precisado.
Su hija, apuntaba, además, que su madre lo ha pasado "muy mal y ya tocaba que le tocara algo". La amiga de Industrias Teixidó que ya ganó la lotería el año pasado, les ha contagiado su suerte este año de pandemia. Este mediodía, el Bar Can Sota de Riudecols se ha quedado prácticamente sin existencias, porque ha habido agraciados que se han acercado a celebrarlo.