Entre la calle Sant Jaume y Sant Antoni de Reus, en el barrio del Carme, hay un solar que hace años que está vacío. Han crecido las hierbas y también los árboles. «El cableado eléctrico pasa entre las ramas», alerta el presidente de la Associació de Veïns l’Harmonia del Carme, Josep Machado, que ve «todo un peligro» por posibilidad de que haya algún incidente y pueda generarse un incendio. No es el único solar vacío de la zona. En Closa de Freixa o en la calle de Gornals también hay otros ejemplos.
Como exclaman desde el barrio del Carme, y también otras zonas de Reus con este tipo de espacios, son áreas problemáticas porque, sobre todo en verano, son foco de insectos, suciedad y peligro de incendio. Es por ello que los vecinos reclaman que la propiedad actúe o, de forma subsidiaria, lo haga el Ayuntamiento. «Hemos tenido ratas, serpientes... Incluso una plaga de chinches verdes», dice Machado.
Fuentes municipales consultadas recuerdan que el mismo consistorio es responsable del control de los solares privados para verificar si los propietarios cumplen los requisitos de mantenimiento y limpieza. En el caso que el solar esté en mal estado «se realiza el requerimiento a la propiedad». Pasado el plazo de alegaciones asignadas en el decreto, si el consistorio no ha recibido respuesta del titular, se vuelve a realizar una inspección y se ordena la ejecución de la limpieza.
Las mismas fuentes recuerdan que, como cada año, en breve se hará un bando para ordenar la limpieza de todos los solares antes del 15 de junio. En los casos que previamente en alguna ocasión ya haya sido requerida la limpieza, se avisará por correo electrónico. Si la propiedad no se hace cargo, se enfrenta a multas por un importe de entre 300 y 3.000 euros.
Anualmente, el consistorio tramita más de medio centenar de requerimientos y lo suele hacer en mayo, cuando las lluvias pueden hacer crecer la hierba y, junto a las altas temperaturas, pueden ocasionarse incendios. Según los últimos datos, en Reus habría unos 1.300 terrenos cualificados como solares.
Desde la asociación vecinal del barrio del Carme son conscientes que los plazos de este tipo de procedimientos son largos, pero piden mayor celeridad porque «tenemos casos que en años no se ha limpiado», señala Josep Machado.
Hay ejemplos de este tipo en otros puntos de la ciudad. En la plaza de Gandhi –donde hay Seguridad Social–, los comercios de la zona se quejan también de «dejadez», especialmente del solar que hay entre la misma plaza y las calles Sor Lluïsa Estivill y de Antoni de Bofarull. Un comerciante de la zona comenta que, al menos, desde hace más de diez años que el solar está en malas condiciones, con hierba alta y árboles. «Hay también gatos, en la misma zona se mean los perros y es foco de ratas y, en verano, está lleno de mosquitos», denuncian. Reiteran que el problema viene de lejos, «pero nadie hace nada», dicen. A pocos metros, en la calle de Antoni de Bofarull, hay otra parcela llena de vegetación y con un antiguo depósito entre las malezas.
Más periféricamente, hay varios solares vacíos. En la zona de Immaculada, por ejemplo, hay uno en la calle Gandesa (delante de la Escola Misericòrdia), que recientemente ha sido limpiado, y también al final de la calle del Alcalde Joan Bertran.
Otro caso es el de Mas Iglesias. El presidente de la Associació de Veïns El Roserar, Francesc Jornet, señala que en el barrio hay muchos solares vacíos «y todos muy sucios». Destaca especialmente uno cercano al McDonald’s «lleno de porquería y ratas». También señala que se han quejado en reiteradas ocasiones al consistorio para que requieran a los propietarios la limpieza, «pero no actúan». Además, Jornet recuerda que hace tiempo que piden que el solar de la calle Jaume Vidal i Alcover –donde se ubica el circo–, sea habilitado como parking «y al menos, estaría en condiciones», dice. Hace unas semanas empezaron a limpiarlo, «pero ha quedado a medias».
Terrenos que se han convertido en plazas de parking
Algunos de los solares vacíos de Reus han sido transformados, en los últimos años, en aparcamientos disuasorios. Una forma de, por un lado, mejorar la movilidad, ofreciendo a los conductores nuevas zonas disuasorias para estacionar los vehículos y, a la vez, dar una utilidad a un espacio que, hasta el momento, estaba abandonado y, por lo tanto, susceptible a problemáticas.
Este tipo de aparcamientos alternativos gratuitos han supuesto el crecimiento de la oferta en, aproximadamente, 800 plazas nuevas para coches. Entre 2019 y 2020 se habilitaron parkings como el de la calle de Sor Lluïsa Estivill (cerca de Mare Molas), con 50 plazas; o en la calle de Falset, con 21. En la plaza del Velòdrom también se habilitó un solar con 68 plazas.
En la zona de Sol i Vista, unos terrenos fueron convertidos en 42 parkings, mientras que en el arrabal de Sol i Vista se ganaron unos metros de un solar para habilitar 24 plazas. Por otro lado, en el barrio Gaudí, se contabilizan 140 plazas en actuaciones similares en los últimos años.
También destaca el caso de la avenida de Països Catalans. A la altura de la Escola General Prim, la explanada que hay enfrente ya era usada por muchos como zona de aparcamiento. Pero fue en 2019 que el Ayuntamiento de Reus lo habilitó formalmente como tal, allanando el terreno y asfaltando. El resultado fueron 275 nuevas plazas de aparcamiento gratuito. La zona da servicio tanto a vecinos de la zona como a aquellos visitantes que acceden a Reus por las carreteras de Falset o de Riudoms.
Otro ejemplo es el parking del Institut Escola Pi del Burgar, con acceso por la avenida de Marià Fortuny. Hace más de una década que estos terrenos se usan para estacionar vehículos, aunque inicialmente no estaban habilitados como tal. Más recientemente, el consistorio acondicionó la zona y, actualmente, su capacidad es para 200 vehículos. En este caso también actúa como parking alternativo al estar ubicado en una de las entradas de la ciudad.
Otro solar que ha sido habilitado como parking es el de delante del Hospital Sant Joan de Reus. En este caso, convertido en área de zona azul. Lo que antes eran unos terrenos con desniveles, baches y barro cuando llovía, en 2019 el consistorio puso toda el área al día. Actualmente son más de 300 plazas reguladas con una tarifa reducida con un máximo de 2 euros al día.
