«En nuestro barrio escasean los parques infantiles. En su defecto, jóvenes y más pequeños se hacen sitio donde pueden en la avenida del Carrilet. Más allá de la zona de terrazas, también se acogen a usuarios con bicicleta y a niños y demás jóvenes jugando a la pelota. Y es que no hay más sitio», valoraba el presidente de la asociación vecinal, Salvador Cabré, hace casi una semana.
Esta realidad es, además, fácilmente comprobable un sábado por la tarde: la gente se hace sitio donde puede, pero sencillamente no hay más.
Más alejados de la zona centro, desde el barrio de La Pastoreta, la presidenta de la entidad vecinal, Puri Flores, opina que muchos de los parques de su zona de influencia «deberían modernizarse». «Nosotros disponemos de dos –uno ubicado en la calle de Bahía Blanca y otro cerca de la plaza de Europa– medianamente espaciosos y, pensando en innovar, encontramos que podría haber una mejor iluminación y columpios adaptados para aquellos niños y niñas con posibles discapacidades o necesidades especiales», recoge.
Es algo que la asociación vecinal cree «indispensable» y, «en numerosos casos» –prosigue–, «las demandas relacionadas con este tema, los parques, acaban en los Pressupostos Participatius» porque, de lo contrario: «El tiempo pasaría y no se llevarían a cabo estos arreglos», expone.
Flores destaca, también, que «Reus debería ser un referente en muchos sentidos y, por ello, deberíamos contar con espacios infantiles repartidos de forma más igualada y que estén surtidos de diferentes complementos, como un espacio para jugar a pelota, para la bicicleta o una cancha de baloncesto», enumera.
Otra cuestión que pone sobre la mesa es que «en las afueras es donde hay más espacio y vegetación, eso debería aprovecharse; podrían haber merenderos y pipicanes más grandes».
Mejorar el Glorieta de Jaume II
Por otro lado y a pesar de que comprende el porqué del cierre de muchos parques, «da coraje que no podamos visitarlos a todas horas, y todo porque hay gente que es incívica e irrespetuosa». Una última idea, declara: «Las personas que tienen perro, también les haría falta más fuentes para animales distribuidas por la ciudad; para rellenar la botella que utilizan para verterla mientras pasean a la mascota o para que los animales puedan beber».
El presidente de la agrupación vecinal de Mas Carpa, Gabriel Ruiz, explica, por otra parte, que en su caso lo que quieren es mejorar el parque infantil Glorieta de Jaume II, que acoge elementos lúdicos que «se han quedado algo anticuados con el tiempo; todo tiene una vida útil» y «deberían sustituirse por otros», resuelve.
«Eso haría que el parque fuera más atractivo y llamara más la atención de posibles usuarios. Haría falta, también, sillines adaptados para los más pequeños en el caso de los columpios, con cinturón alto; ampliar el parque no vendría nada mal», subraya. Dicha petición, la de modernizar el parque, fue formalizada, de hecho, en los Pressupostos Participatius de 2018, aunque el asunto «sigue igual», dice. «Primero se formalizó la propuesta, después se cuantificó y se dijo que sólo se remodelarían los elementos del parque, además se plantaron un par de árboles; nos gustaría que se incidiera en su progreso, la verdad», sostiene. Por lo que se refiere a las demás zonas de recreo en Mas Carpa, están destinadas a un público adulto.
Nos trasladamos hacia el Parc de Mas Iglesias, donde el presidente de la asociación vecinal El Roserar de Mas Iglesias, Francesc Jornet, comunica que «la zona infantil, dentro del parque, se ha quedado reducida y, con el tiempo, un poco anticuada, porque está allí desde hace 15 años aproximadamente; no está para utilizarse prácticamente y no se limpia lo suficiente».
Los vecinos y vecinas de la entidad ya solicitaron que lo modernizaran y que lo cambiaran de localización para ampliarlo. «Pedimos que el pipicán se trasladara hacia otro lugar para hacerlo, a su vez, más grande; y, que la zona infantil, una vez acondicionada y limpia, se trasladara donde está aún hoy el pipicán; porque un suelo de parque infantil no puede tener tantas irregularidades en el suelo como tiene el actual, y con arena», describe.
Para todo el mundo
Le da mucha importancia, al igual que Flores, al factor inclusivo: «Los parques infantiles tienen que estar preparados para todos los niños y niñas, sean cuáles sean sus necesidades, hay que facilitarles el acceso, acondicionarlos». Otro apunte que realiza es sobre el mantenimiento. «Hay que velar porque las zonas que cuidamos se mantengan como es debido», traslada. Y es que, más allá del paso del tiempo, han registrado actos incívicos en la zona de los rosales.
Actualmente, hay 74 zonas infantiles en la capital del Baix Camp y, desde finales del año pasado, el Ayuntamiento invirtió unos 200.000 euros en la mejora y renovación de espacios de juegos infantiles en diferentes puntos de la ciudad.
Inversiones y proyectos
El paquete de inversiones, detallan fuentes municipales, incluyen las actuaciones previstas en el plan director de mantenimiento de las zonas de juegos infantiles; la ejecución de dos proyectos en el marco de los Pressupostos Participatius; y el paquete de inversiones extraordinarias en la avenida del Carrilet y en la plaza de la Fumera.
Por lo que se refiere a nuevos proyectos, el Plan de Inversiones prevé, por otro lado, el desarrollo de los diferentes planes directores de vía pública. El plan director de mobiliario urbano y juegos infantiles, presupuestado con 95.000 euros, contempla actuaciones en los parques de Luís Buñuel y de Tirant lo Blanc, entre otros.
Por otra parte y en el marco de los Pressupostos Participatius, «se debe remodelar la zona de juegos infantiles de la plaza d’Antoni Correig», aclaran las mismas fuentes. Todo esto son inversiones «importantes» y, además, están «los trabajos de mantenimiento que las Brigades Municipals van haciendo a lo largo del año».
A parte de los juegos infantiles, prosiguen desde el consistorio, por la ciudad también «hay repartidas instalaciones para otros públicos», como es el caso de pistas deportivas al aire libre, elementos de psicomotrocidad para personas mayores y espacios de recreo para perros, así como aparatos de gimnasia al aire libre.
A lo largo del artículo, ha habido alusiones al incivismo. Así pues y en relación al mantenimiento de los espacios de juego, desde el Ayuntamiento recuerdan el impacto que supone. Si bien es cierto, no todo va a parar a los juegos infantiles, pero la factura para reparar vandalismos en mobiliario urbano, entre el día 1 de enero de 2020 y el 16 de junio de 2021, fue de 34.000 euros.