En Reus hay un total de trece espacios destinados a perros, seis de los cuales son pipicanes, de entre 20 y 50 metros cuadrados, y siete son espacios de mayores dimensiones que permite a los perros poder correr, lo que se conocen como espacios de recreo. En los últimos años se han potenciado estas áreas y, de hecho, el pasado mes de mayo se habilitó uno de nuevo en Mas Abelló después que los vecinos lo pidieran directamente al alcalde en una visita de Carles Pellicer al barrio. A pesar de esta proliferación de espacios para perros, los usuarios coinciden en que «son pocos», por lo que reclaman que se habiliten de nuevos.
Así lo ven especialmente los vecinos del centro de la ciudad. «En el barrio del Carme, por ejemplo, hay un par de pipicanes, pero son muy pequeños y no sirven... Al menos para un perro macho, que mean varias veces», comentaba Eduard, vecino de la zona de la plaza del Mercadal. Explica que los espacios de recreo más cercanos son el del Parc de Sant Jordi o el que hay en la zona de la plaza de Gandhi, «pero no siempre dispongo de tanto tiempo como para desplazarme hasta estos puntos, así que la paseada corta, que suele ser a media mañana, la hago por las calles del centro», cuenta mientras pasea con su perro por el Passeig Prim.
La opinión de Eduard es la misma que la de dos vecinos que viven en El Pallol. Suelen ir con el perro hasta el Parc Sant Jordi, en el pipicán del lado de La Fira Centre Comercial «porque no hay nada más cercano al centro». Y es que, generalmente, los propietarios de perros ven insuficientes los pequeños espacios habilitados como pipicanes que hay en el centro de la ciudad, como es el caso del que hay en la calle de Sant Benet o Sant Lluís.
Elisabeth tiene mejor ubicación. Y es que ella vive en los alrededores de La Fira, así que el área para perros del Parc Sant Jordi le queda cercano. No obstante, coincide con la falta de pipicanes en la ciudad y señala que precisamente esta zona es muy concurrida. «Acoge muchos perros porque vienen aquí vecinos del centro», explica. Es por ello que cree que el espacio queda pequeño «y sería necesario ampliarlo». Elisabeth también añade otra observación: falta de mantenimiento. «Los perros hacen agujeros en el suelo... Y ahí se quedan y son un peligro. Se tendrían que tapar para evitar que nadie se haga daño». A todo ello, otro propietario –en este caso, vecino de la zona de la plaza de Gandhi– señala que lo que también falta es más civismo por parte de los propios usuarios, «porque algunos no recogen los excrementos, mientras que se puede también controlar más el tema de orines», subraya este vecino que, en cambio, sí cree que hay suficientes áreas para perros en la ciudad de Reus.
Más allá de usuarios concretos, también desde las asociaciones vecinales se han reclamado la creación de pipicanes. A principios de semana, por ejemplo, desde el barrio de La Pastoreta, Puri Flores, al frente de la entidad vecinal, comentaba que era «necesario» aprovechar el espacio en las afueras de la ciudad y proveer el espacio libre de zonas de recreo, e incluso de pipicanes bien surtidos y amplios.
Por su parte, el presidente de la asociación vecinal El Roserar de Mas Iglesias, Francesc Jornet, comentaba sobre el tema que, en el Parc de Mas Iglesias, ya habían solicitado que el pipicán actual se trasladase en otro punto del parque y que fuera «el doble de grande», dijo. En el lugar donde está ahora mismo el pipicán, y una vez acondicionado, «nos gustaría emplazar el parque infantil existente, un poco más grande y moderno», expuso.
Ante estas reclamaciones, fuentes municipales consultadas subrayan que el gobierno está en contacto con las asociaciones vecinales y que, en el caso de detectar una necesidad justificada de nuevas áreas para perros, se hace, tras localizar un espacio idóneo donde ubicarlo.