Diferentes entidades ecologistas del territorio reclaman que se paralice el futuro parque eólico de Lo Vedat del Pany que se ubicará entre Riudecols y Duesaigües. El proyecto contempla cinco aerogeneradores de más de 130 metros de altura y con una potencia total de 26MW.
Desde la Xarxa Sud, aseguran que no están en contra de las energías renovables sino de un modelo que «no es sostenible» y va en contra de preservar el paisaje y la vegetación del territorio. En este sentido, según Anton Mestre, miembro de la Xarxa Sud, están estudiando presentar acciones legales para paralizar la instalación de la central eólica.
El GEPEC, Grup d’Estudi i Protecció dels Ecosistemes Catalans - Ecologistes de Catalunya, también presentó diferentes escritos al Ayuntamiento de Riudecols y Duesaigües y al Departament de Territori y Sostenibilitat denunciando irregularidades administrativas en la tramitación de la central y aseguran que la licencia ambiental, que se otorgó hace 8 años, está caducada.
Tampoco lo ven con buenos ojos desde el Priorat. Oriol Ponti, membre de la Plataforma Priorat, asegura que construir estas centrales «ilustra hasta qué punto el nuevo decreto de centrales eólicas abre la puerta a construir en cualquier lugar, sin respetar el valor natural, ni el valor por el imaginario colectivo (...) y cómo puede romperse así el frágil equilibrio territorial».
Los ecologistas señalan que la ermita de Puigcerver, cerca de donde se prevé construir el parque eólico, es uno de los lugares de culto y peregrinación de gran importancia y es un «símbolo histórico y cultural». Además, la zona es una de las principales rutas de aves migratorias que tiene una gran riqueza biofísica y ecológica.
La Plataforma Priorat reclama que haya un debate abierto sobre las posibilidades de desarrollo de las comarcas agrícolas y del mundo rural en general ya que «instalaciones de este tipo pueden condicionar el futuro del territorio de forma irremediable». Se muestran en contra de un modelo «que no tiene en cuenta la distribución del territorio, la proximidad de los lugares de consumo y que se basa únicamente en el rendimiento y la masificación, un modelo que favorece las grandes corporaciones que controlan el mercado energético y provoca en los territorios donde se implanta un prejuicio superior a los exiguos ingresos», asegura Ponti.
A finales del 2019 el Consell Comarcal del Priorat también reclamó paralizar la nueva central eólica para preservar el paisaje. Cabe recordar que la instalación afectaría a la inscripción en la lista de Patrimoni Mundial de la UNESCO la candidatura Priorat-Montsant-Siurana como paisaje cultural agrario de montaña.
Desde el Ayuntamiento de Riudecols temen la masificación de parques eólicos en el territorio pero, según el concejal de Medi Ambient, Raül Grau, en el caso de Lo Vedat del Pany no podían hacer nada porque estaba contemplado en el POUM del 2014. Según Grau, con el nuevo decreto de finales del 2019, la Generalitat tiene la última palabra en la instalación de parques eólicos.
El parque eólico de Lo Vedat de Pany ya cuenta con la licencia de obras para realizar los caminos y el soterramiento de cableado. Posteriormente deberá obtener otra licencia para instalar los aerogeneradores.
Otro parque eólico que se contempla en la zona es el conocido como el de Vilabella, que también estaba previsto en el POUM del 2014. El Ayuntamiento de Riudecols asegura que lucharán para detener el de Les Forgues, ante la ermita de Puigcerver. Pero en este caso, aún no se ha tramitado.
Grau señala que están estudiando modificar el POUM para proteger al máximo el entorno de Puigcerver.
Placas solares en La Selva
El GEPEC asegura que también hay sobre la mesa un proyecto que pretende instalar placas solares en 200 hectáreas de terreno agrícola en La Selva del Camp. Los ecologistes señalan que aún no se ha desarrollado ni oficializado pero una promotora está buscando propietarios de los terrenos interesados en el proyecto.
Temen que con el nuevo Decret 3/2019 los espacios agrarios estén menos protegidas ante la instalación de energías renovables. Hasta ahora la Llei d’Espais Agraris aseguraba la capacidad productiva del campo poniendo en producción las tierras en desuso y favoreciendo así el relevo generacional.
La CUP de la Selva del Camp expone que están en contra de este modelo que «trinchará» el territorio y que pretende «pagar una miseria a los payeses por sus tierras» que al estar arrendadas alrededor de 30 años perderán productividad. «Los payeses siempre acaba saliendo perjudicados», explica Inès Fort de la CUP. La formación cupaire pide que haya un debate abierto sobre cómo y dónde instalar placas solares que sean para autoconsumo, en edificios o viviendas y no en suelo agrícola. «No estamos diciendo no a las places solares, estamos diciendo no a la masificación». Y piden al Ayuntamiento que se posicione.