La proximidad al centro educativo y el precio son las variables más importantes en las que se fijan los estudiantes universitarios a la hora de buscar una vivienda temporal adecuada a su situación y necesidades. No es tarea fácil. Aun así, una de las opciones más completas y por las que se decantan muchos jóvenes son las residencias. En la capital del Baix Camp hay media docena, todas ellas muy céntricas. También ofrece muchas ventajas una bolsa de la vivienda. Según Xavier Martínez, responsable de la gestión diaria de la Borsa d’Habitatge de la Universitat Rovira i Virgili (URV) «es importante que exista un sistema, en este caso gratuito, que facilite la investigación de un alojamiento de alquiler a los estudiantes de la URV».
«La oferta de pisos y habitaciones ha de incluir precio, ubicación, número de habitaciones libres y servicios. La información más específica posible y si viene amparada por el centro es mucho más segura», concreta. «Me vine de Alicante a Reus para estudiar Medicina y llevo desde septiembre en la Residència Universitària Sant Joan. Es la primera vez que salgo de casa y está siendo una buena experiencia», explica Carme Riquelme García. Al menos en el primer año de estudio, la joven estudiante ha querido aprovechar las ventajas que ofrece una residencia de estudiantes. «De lunes a viernes tenemos la comida cubierta y los fines de semana, el desayuno. Eso ayuda mucho. Aunque también podemos utilizar la cocina y hacernos lo que queramos», destaca.
Para ella, lo positivo de vivir allí, a parte de los servicios, es que «te juntas con gente de tu misma edad e intereses». «Somos como una pequeña familia. En navidad, por ejemplo, montamos una cena e hicimos cagar el tió. La residencia también es céntrica y tengo la estación de tren muy cerca», detalla. Lo que sí tiene claro es que de cara al año quiere ampliar la experiencia: «Buscaré un piso para compartir con unas amigas que hice aquí».
Por su parte, Òscar Dueso se encuentra en la misma residencia desde julio de 2018. Es de Lleida, estudia segundo de bachillerato y vino a la ciudad a jugar a futbol fichado por el CF Reus Deportiu. Así pues y por contrato, le entraba dicha residencia. «La experiencia de conocer Reus está siendo muy bonita. Su gente es muy agradable y el grado de autonomía que tengo es muy alto. Además, hay mucha libertad dentro de la residencia», acota Dueso. Se quedará allí hasta el final de la temporada. «En una residencia haces nuevos amigos y ahorras mucho tiempo al no hacer la comida. Todo está muy cerca y disfrutas de gente muy diferente que estudia Medicina, Aviación y Nutrición. Aprendes mucho», concluye Dueso.
Los precios en la residencia a pensión completa ascienden a los 583 al mes en el caso de habitación doble y 790 al mes si es individual. «Este año, tenemos 26 jóvenes en la residencia de un total de 40 plazas. Siempre nos mantenemos en los mismos números tras una trayectoria que se remonta al año 1996, y con convenio con la URV. También nos implicamos para que los integrantes conozcan la ciudad con actividades como una ruta del Modernismo», dice el gerente de la Fundación Privada Sant Joan, Jacob Dalmau.
La gran mayoría son autóctonos de Catalunya y del Estado. Internet es la principal fuente por la que se encuentra la residencia y está por encima de la recomendación.