«Hay vecinos que prefieren pasar por la calzada porque está más iluminada que la acera, con el peligro que esto supone», alerta el presidente de la asociación vecinal de Xalets Quintana, Joan Maria Borràs. La falta de luz es una de las cuestiones que más preocupan a los vecinos de este barrio de Reus, sobre todo por seguridad. Según añade Borràs, destaca muy especialmente la problemática en la parte trasera del Carrefour, «donde las farolas que hay quedan totalmente cerradas por los árboles», detalla.
Los problemas con el alumbrado público no son exclusivos de esta zona de la ciudad, «sino que es una de las principales quejas de los barrios», aclara el presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR), Marcos Massó.
En Mas Iglesias, por ejemplo, se encuentran en la misma situación que Xalets Quintana. «A varias calles falta iluminación, y no por haber pocas farolas, sino por culpa de los árboles. Las ramas tapan la luz y no los podan», lamenta el presidente de la Associació de Veïns El Roserar de Mas Iglesias, Francesc Jornet.
Otro caso es el de la zona de Sant Josep Obrer, aunque aquí el problema es el vandalismo. Según cuenta el presidente de la asociación de vecinos Primer de Maig, Eduardo Navas, «faltan entre 20 o 30 puntos de luz por todo el barrio». Están rotos «y no hay forma de que los repongan», se queja. La oscuridad en plazas y calles crea inseguridad entre el vecindario de un barrio que acarrea muchos problemas de convivencia y seguridad. De hecho, el presidente vecinal recuerda que los repartidores a domicilio se niegan a entrar al barrio por, precisamente, el vandalismo. «Actualmente sólo se atreven un par de supermercados», puntualiza. Para el resto de casos, los vecinos tienen que ir lejos a recoger su pedido. Tampoco el butanero hace el reparto habitual casa por casa, sino que deja las bombonas en el local social. Si a todo ello se suma la falta de luz, la sensación de inseguridad es aún mayor.
«El Ayuntamiento dice que lo mira, y seguimos esperando», se queja el presidente de la asociación Primer de Maig, que recuerda que la última vez que repusieron puntos de luz fue hace ya un par de años.
Ante estas quejas, fuentes municipales recuerdan que el Ayuntamiento destina, este mandato, 400.000 euros en mejoras del alumbrado. Las actuaciones 2020-2021 estarían ya a punto de finalizar, con una inversión de 127.039,27 euros. Unos trabajos que incluyen la renovación 185 puntos de luz en varias zonas de la ciudad. Además, actualmente se trabaja en los proyectos de las próximas actuaciones, con un presupuesto de licitación previsto de 200.000 euros.
Las mismas fuentes también recuerdan que el consistorio ejecuta proyectos específicos de mejora de la iluminación en puntos determinados de la ciudad. Unos proyectos que son fruto de las demandas de la ciudadanía en las acciones de proximidad del gobierno en los barrios; y de la experiencia de los servicios municipales a pie de calle. Otra línea de trabajo, según recuerdan, es el contrato de mantenimiento y conservación del alumbrado público y ornamental de Reus, renovado y adjudicado en noviembre de 2021 con la empresa SECE, por importe anual de 571.564,24 euros.
Interferencias de los árboles
A pesar de estas actuaciones, Marcos Massó, al frente de la FAVR, insiste en las quejas recurrentes sobre alumbrado entre los barrios de Reus. Muchas de ellas son por las interferencias de las ramas. Y es que «el problema de los árboles sobre los puntos de luz es una cuestión ya histórica», asegura Massó. Mas Iglesias o Xalets Quintana son sólo algunos de los barrios que cuentan con esta problemática, que se repite en otras zonas, como puede ser la calle de Pau Font de Rubinat. Como recuerda Marcos Massó, la importancia de tener las calles correctamente iluminadas recae en la seguridad. Y no se trata únicamente de tener miedo, sino que, como señala Joan Maria Borràs, desde Xalets Quintana, «si la acera está oscura hay el peligro de tropezar y caerse o también de pisar algún excremento».
El presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Reus señala que en las ocasiones que se ha expuesto este punto en el consistorio, «nos comentan que los lux (unidad de medida de la iluminación) son los necesarios. Pero creo que tendrían que poner farolas más bajas para que las hojas de los árboles no interfieran», opina Marcos Massó.
Desde la FAVR también recuerdan que otra cuestión relacionada con el alumbrado, y que levanta muchas reclamaciones entre vecinos, es la iluminación de pasos de peatones. «Piden que tengan más luz», dice, con el fin que el transeúnte gane en visibilidad y, por lo tanto, que se mejore en seguridad. En esta línea, cabe recordar que, desde 2019, el Ayuntamiento ha instalado en varios puntos de la ciudad –sobre todo en Països Catalans y calle de Astorga– señales lumínicas que alertan a los conductores de la presencia de un paso de cebra. Aun así, éstas serían insuficientes según las quejas vecinales.
Últimas actuaciones
Sobre los proyectos lumínicos que surgen a raíz de demandas ciudadanas, y también de las acciones de proximidad a los barrios del gobierno, desde el consistorio destacan varias actuaciones. Es el caso de la sustitución del alumbrado en la acera oeste de la calle Jaume I –en el tramo entre la avenida de Pere el Cerimoniós y el Mercat Carrilet– o sustitución del alumbrado y cuadro de luces en las calles de Sant Elies, Santa Teresa, del Recs, del Boule y de la Lleona.
En estas acciones también se enmarca la calle de Sant Joan; la sustitución del alumbrado y cuadro de luces en la avenida de Doctor Vilaseca; mejora del alumbrado en la calle Poboleda, o el nuevo alumbrado en la calle Hospitalera. «Solo estas actuaciones suponen una inversión municipal mínima de 360.000 euros», destacan. Además, otras actuaciones, pendientes de valoración económica.