La calidad del aire se ha convertido de nuevo en tema de rabiosa actualidad. Y es que, al trascender recientemente que el Ayuntamiento de Tarragona suspendió seis meses la adjudicación del estudio de la calidad del aire, a la espera de que la Generalitat reserve una partida en el presupuesto del 2025; y dado que la afectación de la contaminación va más allá del término municipal, este medio ha querido conocer en qué punto está Reus en ese ámbito.
Como recordatorio, la concejalía de Medi Ambient i Sostenibilitat del Ayuntamiento de Reus hizo, del 29 noviembre al 28 de diciembre de 2023, un estudio de calidad del aire con la instalación de medidores de concentraciones de óxidos de nitrógeno (NO2) en 25 puntos distintos de la ciudad.
Ese fue, de hecho, el tercer estudio de estas características que se realizaba en Reus, para obtener –dicen fuentes municipales– «una radiografía amplia del impacto ambiental del tráfico». «Con los resultados obtenidos de las medidas realizadas, certificamos concentraciones de óxidos de nitrógeno por debajo de los valores límite, en la línea de los dos estudios anteriores», indican.
Los valores oscilan entre 14 microgramos por metro cúbico (µg/m³) y 32 µg/m³, con una media de la ciudad de 23 µg/m³. No se detectó ningún punto con concentraciones superiores a 40 µg/m³, valor límite anual establecido por la Directiva Europea. En los resultados obtenidos en los dos estudios realizados anteriormente –2021 y 2022– en algún punto con más tráfico rodado, «se rozó el valor límite anual establecido por la Directiva Europea, con concentraciones superiores a 40 µg/m³», continúan estas mismas fuentes. Una situación que «ahora se corrigió y que se rebajó en la línea de los resultados observados en toda Catalunya».
El primer estudio, realizado en otoño de 2021, por otro lado, «mostró que las concentraciones de NO2 oscilaban entre 11,2 µg/m³ y 27,4 µg/m³, con una media de la ciudad de 18,5 µg/m³. El segundo estudio, hecho en los mismos puntos que en la primavera de 2022, «ofreció unos valores similares que se complementan en esta tercera edición para dar mayor solidez a los resultados», remarcan. «Los puntos de medida se localizaron en zonas con más y menos afluencia de tráfico, para tener una imagen representativa de Reus y conseguir un plano de concentraciones de NO2», dice el concejal de Medi Ambient i Sostenibilitat, Daniel Rubio. Estos estudios «ayudan a valorar la efectividad de las medidas de pacificación del tráfico tomadas y para preparar la zona de bajas emisiones (ZBE)», completa Rubio. La ZBE contará con una red de sensores de calidad del aire que medirán en contínuo, por lo que no harán falta más estudios anuales.
Despliegue de lectores de matrícula
La ciudad empezó, hará ya unas semanas, a desplegar lectores de matrícula y señalización. En paralelo, avanza en la redacción de la ordenanza, que definirá el ámbito de actuación y criterios de acceso de la zona de bajas emisiones. En julio se espera finalizar las obras del sistema de medición del proyecto técnico.