La ordenanza que regulará la futura zona de bajas emisiones (ZBE) de Reus empezará a definirse en los próximos meses, con la previsión de que vea la luz a finales de este mismo año. El documento actuará de paraguas jurídico y es donde quedarán definidos, normativamente, los criterios de acceso y circulación de vehículos por esta zona de bajas emisiones, por donde no podrán circular los más contaminantes.
El área afectada cubrirá 2,68 kilómetros cuadrados (donde vive el 66% de la población) y estará limitada por las grandes avenidas: Països Catalans, del Comerç, Onze de Setembre, Marià Fortuny, President Macià y avenida de Sant Bernat Calvó. No obstante, no toda la zona será igual de restrictiva, sino que constará de tres coronas, con diferentes grados de limitación y su implantación será por fases
Son detalles que constan en documentos ya redactados, como el proyecto técnico de instalación de elementos físicos y herramientas tecnológicas para la implantación de la ZBE, con la instalación de cámaras de control del tráfico y medidores de la calidad del aire. También hay el Pla de Mobilitat Urbana i Sostenible del Ayuntamiento de Reus, que define tres áreas: una de ultrabajas emisiones, ceñida al Tomb de Ravals; una de bajas emisiones, definida por las grandes avenidas; y una tercera zona ampliable con el tiempo.
En paralelo, Reus ha empezado a desplegar medidas complementarias para el fomento de la movilidad sostenible, con más espacios peatonales, incentivos para el uso de la bicicleta o del transporte público. Y ha licitado la elaboración del Plan de la Zona de Bajas Emisiones, que definirá cuestiones como los objetivos a alcanzar.
Pero para que todo ello pueda acabar implementándose, es necesaria una ordenanza reguladora. Y es en este punto en el que el Ayuntamiento se encuentra ahora mismo. La concejala de Seguretat Ciutadana i Convivència, Dolors Vázquez, ha detallado este lunes, 4 de marzo, en rueda de prensa, que el primer paso será iniciar un proceso participativo para recoger propuestas y consideraciones en diferentes ámbitos: político, técnico, territorial, público y de participación ciudadana.
A nivel político, se constituirá una comisión municipal participada por todos los grupos municipales, donde podrán ser invitados técnicos especializados del Ayuntamiento y representantes de entidades. En el ámbito público, durante este mes de marzo, el Ayuntamiento organizará una jornada abierta a toda la ciudadanía para informar de los proyectos y los trabajos ya puestos en marcha, con el objetivo de informar y difundir. En paralelo, la ciudadanía también será llamada a aportar su punto de vista y propuestas a través de un proceso de participación a través de la plataforma digital Reus Participa.
En otros ámbitos, el Ayuntamiento de Reus ya está trabajando, como a nivel territorial, participando desde hace meses a reuniones técnicas convocadas por la Autoritat del Transport Metropolità y donde asisten los ayuntamientos catalanes de más de 50.000 habitantes, obligados a implementar una zona de bajas emisiones. También se han mantenido reuniones específicas con el Ayuntamiento de Tarragona. «Queremos avanzar con el máximo consenso, que haya una coherencia» entre los distintos municipios, subraya Dolors Vázquez que, a la vez, recuerda que están pendientes del Plan de la calidad del aire, horizonte 2027, que tramita la Generalitat. Un documento que definirá la regulación de todas las ZBE de forma homogénea.
De todos estos debates, tan políticos, como técnicos y ciudadanos, el Ayuntamiento tendrá que recoger aportaciones para redactar y, finalmente, aprobar la ordenanza, que se espera que sea entre los próximos meses de septiembre y octubre.
4,7 millones de euros de los Next Generation
El Ayuntamiento de Reus tiene una concesión de 4,7 millones de euros de los fondos europeos Next Generation para impulsar la movilidad sostenible. Es una cantidad que se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, dentro de la convocatoria del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano.
La ayuda ha permitido acelerar proyectos contemplado en el Pla de Mobilitat Urbana Sostenible, como el impulso de la red de carriles bici, la conversión de viales en zonas de peatones o la implantación de la bicicleta compartida, la Ganxeta. Las actuaciones subvencionadas tienen que estar finalizadas antes del 31 de diciembre de 2024. Y es que la convocatoria de las ayudas europeas marcaba este plazo máximo como requisito.
El Ayuntamiento de Reus también ha recibido una de las ayudas a entes locales para actuaciones de diseño e implantación de ZBE de la Direcció General de Qualitat Ambiental i Canvi Climàtic del Departament d’Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural de la Generalitat, de 133.684,93 euros; y también cuenta con una aportación de 679.529,14 euros de la Diputació de Tarragona, en el marco del PAM 2020-2023.
El conjunto de las actuaciones tiene un presupuesto de inversión de 6.572.338,93 euros.
La limitación de los vehículos con etiqueta amarilla, retrasada hasta 2027
Sobre los vehículos con etiqueta amarilla, su limitación por zonas de bajas emisiones se ha retrasado hasta 2027, un año más tarde de lo previsto inicialmente. Así lo avanzaba la directora general de Canvi Climàtic i Qualitat Ambiental del Departament d’Acció Climàtica, Mireia Boya, este sábado, 2 de marzo, en un artículo de ‘El Periódico’. Además, la flexibilización del decreto que prevé aprobar el Govern también permitirá que las ZBE sean supramunicipales, y no sólo locales. Unas medidas que llegan después de las quejas de varios alcaldes.