Los vecinos de la urbanización Blancafort de Reus se muestran «impacientes» por la llegada del carril bici que los uniría del todo con el núcleo urbano de la ciudad. «Nos falta información y, después de tanto esperar, ya no sabes de quién depende que todo avance. A pesar de haber tenido varias reuniones con las concejalías correspondientes a lo largo de todos estos años, este proyecto no se acaba nunca. Hace ya tres años se puso en marcha la nueva rotonda, pero aún estamos esperando a que el carril bici una la urbanización con la ciudad», dice el presidente de la urbanización Blancafort, Bartolomé Pluma. Además, la pandemia del coronavirus lo ha ralentizado todo, aunque la comunidad dice haber salido reforzada.
«Estamos acostumbrados a desplazarnos en coche propio en todo momento y no tuvimos problemas en pleno confinamiento –aunque a todos nos pilló por sorpresa–. Los vecinos nos hemos ayudado unos a otros, incluso a la hora de comprar; pero queremos tener la urbanización arreglada ya, porque son muchos los que queremos que esto avance», añade.
La convivencia vecinal en la urbanización es de lo más tranquila, no se sienten solos y, al llegar la pandemia, se movilizaron rápidamente para gestionar las posibles necesidades que se pudieran presentar. «Ahora no podemos organizar ninguna actividad desde la asociación vecinal por las circunstancias, pero si hemos de nombrar un problema es esta cuestión de movilidad que nos ocupa», reitera Pluma.
La reivindicación de los vecinos de Blancafort está agendada, aunque los vecinos tendrán que esperar hasta el año que viene. De hecho, a mediados del mes de julio, la comisión de Territori i Sostenibilitat del Parlament de Catalunya aprobó una propuesta de resolución –presentada por el PSC– que preveía proyectar tres actuaciones diferentes en la carretera TV-3141, que une la capital del Baix Camp y el municipio de Cambrils.
Entre otros puntos, las actuaciones incluían llevar a cabo una mejora integral de la carretera para que tuviera carril bici, acera y arbolado para, así, unirla con el vial del Cavet de Cambrils. Este proyecto también supuso dar continuidad a unas actuaciones fijadas en un acuerdo existente entre el Ayuntamiento de Reus, la Generalitat de Catalunya y la asociación vecinal de la urbanización Blancafort, donde se hablaba de la acera y el carril bici mencionados, justo entre la rotonda de acceso a la T-11 y el Club Tennis Monterols. En este sentido, la Generalitat se comprometió en verano a redactar un proyecto para llevarlo a cabo.
Fuentes municipales recuerdan, por su parte, que el proyecto está hecho, cuantificado y que estará financiado al 50% con la Generalitat. Ambos firmarán un convenio «este año» y prevén que las obras se ejecuten, una vez haberse licitado, «el año que viene», con una partida de 500.000 euros, que entrará en los presupuestos de 2021. La previsión era poder licitar las obras este 2020, pero al igual que la financiación del plan, han tenido que posponerse por el impacto causado por la llegada de la pandemia mundial.
Descongestión de la vía
La tercera y última de las actuaciones abordadas en la propuesta de resolución del partido socialista, y previstas para estudio, era la de desdoblar el carril en sentido Reus desde la entrada antigua de la urbanización. La finalidad, en palabras del portavoz del PSC Reus, Andreu Martín, era la de «descongestionar la vía». Una ventaja que la podría liberar de coches y así hacer más fácil su acceso a la T-11.
Conectar la urbanización Blancafort con el núcleo urbano de la ciudad con una acera (además de un carril bici) es una demanda histórica. El hecho de que se construyan supone enlazar la comunidad al centro de Reus, permitiendo ir y volver a pie, en bicicleta o en cualquier vehículo de movilidad personal. La finalidad del proyecto tan demandado es poder disfrutar de una conexión física, y de mayor libertad a la hora de comunicarse con el exterior de la urbanización.
La marcha reivindicativa de 2017
Los desencuentros entre los vecinos y el consistorio también vienen de muy lejos. Tanto es así, que se llegaron a realizar manifestaciones de protesta por la demora del proyecto. De hecho, en 2017, la asociación vecinal lideró una marcha reivindicativa que cortó momentáneamente la carretera de Cambrils. El objetivo fue reclamar, una vez más, la acera y el carril bici. En aquel momento, Pluma ya cargó contra el gobierno de Carles Pellicer y la concejalía liderada, en esa época, por Marc Arza.
Una de las quejas de los convocantes fue que se sentían «engañados» por el «incumplimiento de una promesa», la de ejecutar las obras en los plazos estipulados. Pluma declaró también a los medios que el gobierno municipal justificó la demora con que «no había dinero».
Por su parte, el líder vecinal aseguró haber trasladado a Pellicer que «con el IBI de tres años, el proyecto se podría financiar». Desde la oposición, el partido socialista ha dado siempre su apoyo a la causa de los vecinos. Andreu Martín asistió a la marcha de 2017 y ha mostrado públicamente su compromiso con el plan. Los socialistas han subrayado frecuentemente que el coste de los trabajos «debería ir a cargo de la Generalitat».
Una reivindicación histórica
Durante la celebración de un pleno en febrero de 2017, el portavoz socialista indicó que ambas administraciones «engañaban» a la vecindad de Blancafort. También instó al consistorio a que cumpliera con el proyecto, apuntó que el inicio del conflicto se remontaba a «20 años atrás» y que «no se encuentran soluciones». Y es que para los socialistas, el estado de la vía suponía «un peligro», especialmente para los peatones. Curiosamente, el gobierno dio luz verde a la moción, no sin antes recordar que lo harían «en función de sus competencias».