Reus crece por el sur. Así es como se plasma sobre papel, con la proyección de varios equipamientos e infraestructuras, y así tiene que materializarse en los próximos años. Entre los proyectos más inminentes hay la nueva estación de tren de Bellissens, con previsión de que las obras empiecen el próximo año y que estén listas en 2025. Pero no es el único. En su entorno tiene que producirse todo un desarrollo urbanístico, con más viviendas, equipamientos educativos, deportivos e infraestructuras.
Enfrente mismo de la futura estación de Bellissens, en la calle Jaume Vidal i Alcover, número 24, se levantarán 132 viviendas con protección oficial; al lado de la escuela Eduard Toda habrá una nueva Escola Bressol Municipal; a escasos metros, y anexo al Institut Roseta Mauri, el nuevo pabellón del Molinet. Al otro lado de la avenida de Salou, el consistorio proyecta una intervención en los bloques del barrio Fortuny, mientras que el Mercat del Carrilet y su entorno también serán sometidos a un ‘lavado de cara’, incluyendo, también, la estación de buses.
«Reus crece hacia el sur y, por lo tanto, ponemos aquí muchos esfuerzos y estrategias», explicaba hace escasas semanas la alcaldesa, Sandra Guaita, en una entrevista con el Diari. Las infraestructuras son uno de los pilares de dicho desarrollo, y no únicamente la futura estación de Bellissens, sino que el sur «será también la entrada del futuro tranvía», recordaba. Aún más al sur, y ya en término municipal de Vila-seca, es donde hay proyectada la estación intermodal. Un punto donde convergerán Rodalies, tranvía y Alta Velocidad y que tiene que empezar a construirse en 2026.
En cuanto a la estación de buses –en la zona del Carrilet–, tiene que ser reformada. Hace años que arrastra problemas de goteras que siguen presentes después de algunas actuaciones, y los usuarios piden una intervención integral. «Ya lo reclamamos a Generalitat y volveremos a hacerlo. Tenemos que ponernos las pilas», reconocía la alcaldesa.
Urbanísticamente, todo este ámbito se transformará especialmente con la remodelación del Carrilet, tanto del mercado como su entorno. Para 2024, el Ayuntamiento prevé una partida de 244.910 euros para este proyecto, que podría empezar a ser una realidad entre finales del próximo año y principios de 2025. El edificio del Mercat será reformado y, posteriormente, seguirá siendo mercado, como reclamaban las paradistas. Tampoco se descarta incluir otros usos, teniendo en cuenta que el anterior proyecto planteaba un espacio plurifuncional para actividades de carácter cultural y juvenil. Además, la reforma podría completarse con la construcción de vivienda de alquiler social encima del equipamiento.
Siguiendo hacia el sur, en el barrio Fortuny hay proyectada una intervención en varios bloques para que ganen en accesibilidad (instalando ascensores) y mejoren la eficiencia energética. Una acción que los vecinos acogen con los brazos abiertos y que ven como una «oportunidad para revitalizar y revalorizar el barrio», destaca la presidenta de la Associació de Veïns del Barri Fortuny, Cori Balanyà. La inversión para 2024 es de 1.388.690 euros, partida que podría verse incrementada si el Ayuntamiento consigue acceder a fondos europeos.
Paralelamente, en Mas Iglesias, el consistorio trabaja para ampliar el parque de vivienda con la construcción de 132 pisos con protección oficial integradas en un solo bloque. Representan la primera promoción de VPO con iniciativa pública en más de 11 años, desde La Patacada. En este caso, los pisos se levantarán en terrenos municipales, pero será Grupo Rubau el que se encargará de construir y gestionar los inmuebles durante 75 años. Después, revertirán en el Ayuntamiento.
Finalmente, la zona sur se verá equipada con nuevos servicios: una Escola Bressol Municipal y la construcción de un pabellón. Sobre la escuela infantil, será la primera municipal que se construya en 15 años y podría empezar a funcionar en el curso 2026-2027. A escasos metros, y justo al lado del Institut Roseta Mauri, es donde se proyecta el pabellón del Molinet, con una partida de 850.000 euros para 2024. «Esperamos que ahora sea definitivo, hace muchos años que lo esperamos», exclama el presidente de la asociación vecinal El Roserar de Mas Iglesias, Francesc Jornet.
«Será un impulso»
Los barrios del sur aplauden que todo este ámbito gane en infraestructuras y equipamientos. «Será un impulso muy grande», opina Cori Balanyà desde el barrio Fortuny. Valora especialmente la intervención prevista en sus bloques. Esto, junto a la futura estación, cree que puede ser un incentivo para atraer a nuevos vecinos «y especialmente a jóvenes, que ayudarían a revitalizar la zona», teniendo también en cuenta que la universidad está cerca.
Desde Mas Iglesias, Francesc Jornet también aplaude todos los proyectos. Recuerda que muchos eran reivindicaciones vecinales, como el pabellón del Molinet o la escuela infantil, y critica el ‘paso de ciudad’ bajo vías proyectado con la estación de Bellissens. «Pasos así ya tenemos un par, y por la noche son inseguros. Lo que queremos es un paso elevado y así lo seguimos reivindicando», exclama.
La Facultad de Medicina, sin calendario
Otro proyecto que tiene que representar un impulso para la zona sur de Reus es la construcción de la nueva Facultad de Medicina i Ciències de la Salut de la URV en el Campus Bellissens. Pero, por ahora, está sin fondos y sin calendario. A principios de año, el Ayuntamiento de Reus entregó a la Universitat Rovira i Virgili los estudios previos para la construcción de la facultad y, de momento, no se han producido novedades. De hecho, la intervención quedó, en febrero, pendiente de fondos y calendario. Cabe recordar que la construcción supone una inversión importante, de entre 60 y 80 millones de euros. El edificio se articularía a partir de cuatro módulos de seis plantas.
millones de euros presupuestados por el Ayuntamiento para 2024 destinados a los proyectos previstos en la zona sur
