El director de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), Samuel Reyes i López, ha explicado hoy miércoles que las unidades del acuífero del Fluvià Muga y del embalse de Riudecanyes pasarán al escenario de emergencia. Esta medida entrará en vigor cuando se publique la resolución del director del ACA en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC), que se prevé para la semana próxima.
La declaración de emergencia afectará un total de 22 municipios del Alt Empordà que se alcanzan del acuífero del Fluvià Muga, una de las principales fuentes de abastecimiento de agua de gran parte de la comarca, y dos municipios del Baix Camp que dependen del agua del embalse de Riudecanyes.
El acuífero del Fluvià Muga se encuentra en 14,4 metros sobre el nivel del mar, por debajo de la cota más baja a que había llegado en 2009, que fue de 14,5 metros, debido a la falta de lluvias de los últimos meses en la comarca del Alt Empordà. El ACA ha decidido declarar el estado de emergencia, tal como determina el Plan de sequía, de manera preventiva y con el objetivo de evitar que los municipios que dependen del acuífero tengan problemas de abastecimiento.
En cuanto al embalse de Riudecanyes (Baix Camp), que está al 6%, con un volumen de 0,3 hm³, se declarará la emergencia para garantizar el agua de boca en los municipios de Riudecanyes y Duesaigües.
El ACA ha propuesto que los municipios que dependen del embalse de Siurana, que se encuentren en una situación parecida a la de Riudecanyes, adopten las medidas de la fase de emergencia, a pesar de ser competencia de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
Fomento del ahorro
Con la entrada en emergencia se fija una dotación global de agua de 200 litros por habitante y día de media por municipio. Hay que tener en cuenta que, de los 22 municipios del Alt Empordà situados a la unidad de explotación Fluvià Muga, solo un 41% cumple con las dotaciones que fija el Plan de sequía, mientras que el 50% las incumple y el 9% restante no aporta los datos de consumos.
En cuanto al resto de usos, en el escenario de emergencia se suprime el riego agrícola (se podrá autorizar solo el riego de supervivencia de cultivos leñosos), se tiene que reducir un 25% los consumos de agua de los usuarios industriales y también el consumo de agua en los usos recreativos (25% en usos asimilables a urbanos y la supresión total del riego).
Se prohíbe el uso de agua para el riego de jardines y zonas verdes (públicos y privados), la prohibición total del llenado total o parcial de fuentes ornamentales, lagos artificiales, piscinas de agua dulce y la prohibición de limpiar cualquier vehículo, excepto en establecimientos de limpieza específicos.
Las administraciones locales, a través de sus planes de emergencia, pueden establecer limitaciones/prohibiciones adicionales en el uso del agua en instalaciones deportivas, públicas/privadas y en espacios lúdicos.