Este verano, el Centre d’Atenció Personal Integral (CAPI) Reus VI, en Horts de Miró, cumple 11 años. Mientras que la parte de CAP funciona desde 2012 con normalidad, la residencia que forma parte del equipamiento, y cuya obra culminó en las mismas fechas, sigue a medio gas: activó el 50% de sus camas, 29, a finales de 2019; y las 29 restantes permanecen a día de hoy pendientes.
Fuentes de la Generalitat consultadas al respecto indican al Diari que la previsión es que esta segunda parte de Horts de Miró «se abra y se ocupe antes de que finalice el año», y que «se trabaja para que sea de esta manera».
En el tiempo en que esta residencia ha permanecido lista y vacía, otros proyectos de iniciativa privada han prosperado en la ciudad. Ballesol abrió un centro en terrenos del antiguo Cine Reus Palace, en el número 28 de la calle Batan, en 2019, con unas 117 plazas; Orpea está levantando otro con cerca de 131 camas en la zona de Mas Iglesias, que a simple vista y desde el exterior parece prácticamente finalizado aunque aún no tiene fecha de inauguración; y Aegide adquirirá un solar en lo que actualmente es el CN Reus Ploms para crear uno más a corto plazo.
Alfred Maza, exsindicalista y jubilado, fue uno de los impulsores de la lucha para habilitar Horts de Miró. «La iniciativa privada ha sido capaz de poner en marcha 248 plazas, más lo que se genere en el Ploms, en tan solo 42 meses; y la Generalitat, en 11 años, solo ha abierto 29 y aún esperamos las 29 que faltan». «Pese a que dicen que se preocupan por las personas mayores y que son prioridad, viendo esto parece que sea justo al contrario», precisa Maza.
«Mucha gente necesita un sitio»
Con datos de la Generalitat, en el Baix Camp hay ahora mismo 176 personas en lista de acceso a una residencia sin estar ingresadas en ninguna ni haber renunciado nunca a una plaza. Hay 140 usuarios que ya se encuentran instalados en una residencia, pero esta no era su primera opción y tienen solicitado el traslado a otra, así que se mantienen en lista. También hay 110 mayores con prestación económica vinculada a residencia. Algunas personas han llegado a renunciar a una cama hasta en 16 ocasiones.
Que Horts de Miró comience a operar a pleno rendimiento cuanto antes «es importante porque en Reus y el Baix Camp hay demanda de camas y mucha gente mayor que necesita ese servicio y no puede permitirse los precios de la privada». «Se está invirtiendo en otras cosas mientras esta, que es de las que resultan realmente cruciales, lleva demasiado tiempo perdida en el baúl del olvido; en once años debería haber habido una partida económica para la residencia», apunta Maza, y añade que «es una reivindicación que viene de lejos y es vital que llegase a buen puerto».
El presidente de la Associació de Gent Gran de Reus, Agustí Dosaiguas, coincide con el exsindicalista y valora, sobre el compromiso de apertura de las 29 plazas inactivas de Horts de Miró, que «hasta que no lo vea materializado, no me lo creeré». «Tener parte de la residencia cerrada es un problema porque a muchos mayores les hace falta una cama y no tienen la capacidad de afrontar según qué precios», explica.
Dosaiguas aborda una cuestión relevante: «Es verdad que desde la Generalitat siempre se dice que se promociona la asistencia en el propio hogar antes que en una residencia, y eso está bien, pero hay personas que ya no pueden estar más en su casa, por sus circunstancias, y entonces debe haber residencias».
Los vecinos solicitan información
Al frente de la Associació de Veïns Horts de Miró, Pilar Flamenco es consciente de la trascendencia de que la mitad vacía de la residencia se ponga a disposición de los mayores. «Hicimos una consulta a la Generalitat unos meses atrás y nos comentaron que, al no ser parte implicada, no nos podían decir cómo está el expediente de apertura», detalla la presidenta de la entidad vecinal. Y precisa que «fuimos a la residencia y vimos que el interior se encontraba listo y que estaba todo ok, solo a falta de la resolución para que se otorgue la puesta en marcha».
«Es un equipamiento relevante para el barrio. Pero no solo eso, sino a nivel de todo el municipio», señala Flamenco. Y comenta que «con la falta de plazas públicas que hay, no tiene sentido que esto esté cerrado». «Y en eso es en lo que insistimos, en que las plazas sean públicas», destaca la presidenta de la Associació de Veïns Horts de Miró, que dice que «como entidad, lo que nos interesa es que se haga de esa manera, para todos».
Los plazos que confirma la Generalitat para el pleno funcionamiento de Horts de Miró no son del todo nuevos. En diciembre del año pasado, quien encabezaba la concejalía de Salut en el Ayuntamiento de Reus, Òscar Subirats, ya se refirió a ellos. En declaraciones a este rotativo, Subirats precisó entonces que «están muy avanzadas las conversaciones con la Generalitat para poder abrir, probablemente de cara al año que viene –es decir, en 2023–, la planta cerrada de la residencia con plazas públicas».
Fuentes de la Generalitat señalaron en aquel mismo momento que «el Departament de Drets Socials conoce la situación y, en el momento en que se lleve a cabo una concertación en los centros municipales, se valorará esta demanda».
