«Me quiero separar y no tengo casa, ¿qué hago? No tengo a donde ir». Esta es una frase de una mujer escuchada alguna vez por la médica Mireia García, referente de salud comunitaria del Centre d’Atenció Primària (CAP) Sant Pere de Reus. Sobre situaciones así, señala que, en el centro, abordan estos casos con la tarea de diferentes especialistas, aunque «hay problemas y necesidades de ámbito psicosocial que pueden tener solución a través de otras alternativas».
Muchos problemas, dice, «están arraigados, además, en el campo de la violencia machista y es importante hallar el problema real». Una de las alternativas, pues, es colaborar con otras entidades: es el caso de Heroïnes Anònimes de Reus. Esta asociación empodera y presta atención a las mujeres tengan el problema que tengan. Desde mediados de 2023, además, atiende a mujeres derivadas del CAP Sant Pere, entre otros entes –pues pueden llegar a recibir mujeres del centro de salud mental o del servicio de adicciones del hospital– y prestan atención tanto a aquellas que han sufrido violencia machista como las que no, las hay con otras problemáticas. Con el CAP Sant Pere, entonces, tejen una red de apoyo mutuo.
«Se nos ocurrió abordar esta línea de atención con el CAP –explica Laura Recasens, al frente de Heroïnes Anònimes– a raíz de hacer una formación de trabajo social y coincidir con una profesional del ámbito de la salud». Desde la asociación, desde que empezaron en 2021, han divulgado cuál es su labor, y «eso nos ha permitido generar alianzas con varias entidades, todo ha ido fluyendo».
El objetivo es «ejercer de complemento, uno más, a los servicios del circuito oficial». En el caso de la ciudad de Reus, hay servicios municipales como el Servei d’Atenció a la Dona (SIAD) y, en caso de que hayan sufrido violencia machista, la Oficina d’Atenció a la Víctima (OAV). «Nos vienen muchas mujeres del CAP y, aunque no vengan a la primera derivación que se les haga a la entidad, lo pueden hacer cuando llegue el momento oportuno para ellas», añade.
De las derivaciones pueden surgir acompañamientos. «Si se hacen, intentamos no ser intrusivas, ejercemos sin imposiciones, porque cada una tiene su constructo social y nos podemos enfrentar a casos de soledad como de otros tipos y, si planteamos hacer actividades, van surgiendo, sin obligaciones».
«Las que somos de la entidad nos vamos repartiendo para atender y cubrir las necesidades que haya, y aunque en julio y agosto descansamos, estamos atentas a cualquier cosa, puesto que vamos haciendo seguimiento de cada caso», explica.
Las voluntarias de Heroïnes Anònimes pueden incluso prestar ayuda con trámites administrativos. «Cada mujer tiene unas prioridades personales concretas, como el trabajo o la familia y, si a nosotros nos derivan, nosotros también lo hacemos», acota. Si una mujer acude a ellas para pedir ayuda por problemas de vivienda, «podemos hablarles de la labor que hace la entidad de Llars Familiars, que tiene un trasfondo cooperativo, como también lo tiene el Sindicat d’Habitatge de Reus». Incluso aconsejan a mujeres atendidas que vayan al CAP, dice Recasens.
La médica Mireia García, manifiesta, por su parte, que con el equipo de profesionales de salud comunitaria, que puede estar compuesto por un médico, enfermero, trabajador social, nutricionista o psicólogo, entre otros, «detectamos todas las necesidades que puede haber en consulta y, en algunos casos, puede haber cuestiones de fondo a tratar, como maltratos o abusos de algún tipo».
Por lo tanto, «lo que hacemos es investigar la raíz del posible problema, les explicamos que pueden ir al SIAD o denunciar, incluso que hay entidades que las pueden ayudar, como Heroïnes Anònimes». Hay una gran cantidad de profesionales voluntarios que nutren la red de apoyo mutuo y «nuestro objetivo es reunirnos con estos activos del área de influencia, porque son recursos que pueden fomentar la salud y el bienestar de las personas».
La derivación y una ayuda ‘real’
La prescripción social, el recomendar a alguien que acuda a una entidad social que la pueda ayudar y que, finalmente, vaya, es algo «positivo», valora la médica Mireia García, referente de salud comunitaria del Centre d’Atenció Primària (CAP) Sant Pere de Reus. Y es que «buscando más alternativas para las personas que atiendes, puedes ofrecerle algo más integral, allí donde tú, quizá, no puedes llegar». «Derivar a la gente puede ser de ayuda, porque luego te llega el resultado a través de las pacientes, que te cuentan que las han acompañado, por ejemplo, a una mediación de una situación personal suya. Ves que se cubren necesidades y que la ayuda que se ofrece es real», completa García.