- ¿Cuándo se marchó de Reus?
- Nací aquí, pero todavía era muy pequeño y nos fuimos a vivir a la Seu d’Urgell, hasta que me casé y me instalé en Blanes. Mis padres volvieron y yo siempre he estado muy vinculado a la ciudad. Mi familia reside en Reus y ellos son mi principal nexo de unión con mis orígenes. Las raíces son las raíces, y esto es algo que no cambia ni con el paso del tiempo.
- ¿Qué le parece la ciudad?
- Siempre me ha enamorado el centro y me he movido por estas calles desde muy jovencito. Pasear, comer por aquí… Es algo que me gusta mucho. Reus es muy bonito, y para mí el centro tiene un encanto especial. Por eso es una pena la imagen que ha pasado a tener esta zona del arrabal de Jesús. Han cerrado muchos comercios y tiene un aspecto mucho más decaído, que no tiene nada que ver con sus años dorados.
- ¿Habían comentado este cambio de imagen con su familia?
- Habíamos hablado del tema en casa pero no con la intención de alquilar el local, ni siquiera se nos pasó por la cabeza en un inicio. Simplemente lo comentábamos, como vecinos, ya que salíamos a comprar los sábados y esta calle ya no era la misma. Tenemos unos amigos que llevan un restaurante en la calle del Vent, y hablamos muchas veces del tema. Quizás porque trabajo en el sector, pero no podía evitar fijarme en ello.
- ¿Cuando se planteó instalar aquí una de sus tiendas?
- Estaba comiendo por esta zona con mi familia, y luego pasamos y vimos que se alquilaba. Es un local que forma parte de nuestra vida. De joven ya lo veía, para mí siempre ha sido un símbolo de éxito y prosperidad, y crees que nunca llegarás a poder gestionar algo así. Cuando vi que estaba en alquiler, me planteé que debía conseguirlo, así que empecé a negociar con el objetivo de poder abrir una tienda en Reus.
- ¿Cuándo fue?
- A finales de julio. Y ha llegado en el momento oportuno, porque ahora estamos preparados para venir aquí, pero hace cinco años no habría sido posible. Ahora tenemos mucha experiencia, pese a lo pequeños que somos…
- ¿Pequeños? Si con esta ya van 13 tiendas...
- Sí. Pero somos pequeños. Los otros perfiles que podrían venir aquí serían multinacionales gigantes, como Primark. Pero nosotros podemos aportar una implicación que a los grandes les cuesta más tener. Ponemos el corazón en lo que hacemos. Toda mi familia está volcada aquí.
- Sus padres deben estar contentos.
- Imagínate, están contentísimos y muy implicados. Mi padre no me deja para nada, ayuda en todo momento. Y mi madre también viene, dobla ropa y nos ayuda en lo que sea… Cuando terminan me preguntan qué más pueden hacer. Ha sido volver al lugar donde nací y montar la que para mí será la mejor tienda de todas las que tenemos.
- ¿La mejor?
- Esto marcará un antes y un después en mi empresa, estoy convencido. Porque conseguir triunfar aquí me demostrará que puedo abrir locales más grandes de los que tengo. Las tiendas que tenía hasta ahora son más pequeñas, de unos 400 metros cuadrados, y esta, cuando estén abiertas las tres plantas, lo multiplicará por cinco. Triunfar en casa es una sensación que, hasta que no pasa, no sabes describir.
- ¿Me equivoco o ha sido una decisión más emocional que estratégica?
- Es un tema absolutamente sentimental, porque mi equipo está montado en Barcelona, y logísticamente me sería más fácil abrir, por ejemplo, en Mataró. Pero se ha convertido en un reto, no solo para la empresa, sino para mí, a nivel personal. Lo veo como una gran oportunidad. Será la tienda más grande de todas las que tenemos.
- Hablan de oferta de calidad con filosofía ‘low cost’.¿Cómo se consigue esto?
- Llevando veinte años en el sector, y comprando siempre muchas cantidades. Nosotros antes fabricábamos para los grandes, así que los contactos ya los teníamos. Cuando vino la crisis de 2007, las cosas se complicaron, y nos planteamos montar una tienda de stocks en el Paral·lel de Barcelona.
- Entonces, ¿empezaron como una tienda de stocks?
- Sí. Entre los años 2007 y 2008, ya en plena crisis, vimos que la gente tenía problemas para vestir a toda la familia. Entonces, junto con el número dos de la empresa, Antonio, decidimos volcarnos en ayudar a las miles de familias que no podían vestirse con presupuestos tan altos… Y así nació el concepto. Eliminamos todos los intermediarios y compramos en la fábrica (la mayoría son europeas).
- ¿Y los márgenes?
- No aplicamos unos márgenes altos y creemos que es una fórmula de éxito. Estuvimos tres años combinando el hecho de fabricar para los demás con la venta de stocks, y hace tres o cuatro años nos planteamos empezar a mejorar las tiendas y poner más colecciones. Ya hemos abierto once más.
- ¿Once aperturas en tres años?
- Y esta será la 13. Ahora estamos decididos a crecer. De hecho, en breve abriremos en la plaza de Espanya de Barcelona. Creo que la población ha entendido más que nunca el tema del low cost. Hoy en día la gente busca no gastarse una gran cantidad de dinero, porque realmente no es necesario… Si tú compras un jersey en origen por tres dólares, ¿por qué tienes que venderlo a 25 en las tiendas? Empezó a hacerlo Primark. Detrás hay una gran multinacional, pero yo no estoy de acuerdo con la calidad de muchas de las prendas que venden. No soy capaz de vender según qué piezas.
- ¿Qué le dice la gente ante su apertura en Reus?
- Ha reaccionado muy bien. Conozco a gente de Reus, tengo amistades aquí. Y todos nos felicitan. Quizás porque somos pequeños y han visto que tenemos ganas de hacer cosas. Pero desde la gente de la calle hasta el Ayuntamiento se han volcado con nosotros. Las empresas colaboradoras son todas de aquí.
- ¿Tienen ya a toda plantilla?
- Hemos localizado a diecinueve personas. Faltan once. Y son de Reus. Bueno, de la zona. Mientras, seguimos con la búsqueda.