Todo el que pasaba esta mañana por la calle Sant Joaquim de Reus levantaba inevitablemente la vista: los restos del incendio de un primer piso en el número 42 llaman la atención. El fuego, que arrasó la vivienda sin causar daños personales este lunes por la tarde, ha sido hoy el principal tema de conversación en el barrio.
A la luz del día, en la fachada, junto a las ventanas abiertas de par en par se ven persianas derretidas y mobiliario calcinado en los balcones. El interior ha quedado totalmente negro y necesitará una intervención profunda. Los vídeos que circulaban el lunes de móvil en móvil mostrando las llamas se han convertido ahora en imágenes del después. Y en el vecindario hay consenso: «Por lo menos, no le ha ocurrido nada a nadie».
El Ayuntamiento aclara que el domicilio donde se originó el incendio «no se encuentra habitable a causa de los daños producidos y del humo», aunque al resto de pisos sí se pasa sin mayor inconveniente y «sus propietarios pueden acceder». «La propietaria del inmueble en el que se produjo el fuego manifestó que pernoctaría en casa de familiares, pese a habérsele ofrecido alojamiento», indican fuentes municipales.
Desde el comercio Vida Bio, en los bajos del bloque, explican que tuvieron que «salir con lo puesto» y el susto fue «importante», aunque hoy han podido «abrir sin problema». La tienda estaba funcionando cuando se declaró el incendio, pero no se ha perdido nada. «La columna de humo era increíble», recuerdan, aunque a las 21.30 horas –el incidente se dio hacia las 19 horas– pudieron regresar.
El despliegue de los cuerpos de seguridad y extinción impactó especialmente a los vecinos. Algunos señalan que «hubo cierta confusión» porque, en los primeros avisos, se dieron indicaciones tomando como referencia «la zona de Mercadona», pero el supermercado se trasladó hace ya unos años a Mas Mainer. Muchos otros quedaron tras el cordón policial, que colgaba aún hoy de varios bancos de la plaza del Pintor Revascall.
Familiares de quienes residen en el bloque acudieron al lugar al saber del fuego y vieron salir a los suyos «tal como estaban por casa». Al haber suministro de gas ciudad en las viviendas, hubo quien temía que pudiera producirse algún tipo de explosión.
Mascotas y capuchas de rescate
Fuentes de Bombers indican que, más allá de los vecinos –algunos se autoevacuaron a la calle, otros a un patio interior y otros necesitaron ayuda para salir–, también se auxilió a un gato en el piso incendiado y a un perro en otra vivienda. A algunos inquilinos de los pisos superiores se les condujo por las escaleras hacia fuera empleando capuchas de rescate.
Las mismas fuentes precisan que la habitación donde empezaron las llamas ha quedado calcinada al 100% y el resto, afectadas. Dentro «había un joven que se autoevacuó». Vecinos empaquetaban y bajaban hoy al portal pertenencias que han podido recuperar, y preferían no hablar sobre el percance.
El presidente de la Associació de Veïns Reus Nord, Josep Ramon Ferré, cuenta que, al saber del incendio, se acercó a la zona en la que los efectivos trabajaban. «Pese a todo, hay que ver que nadie ha salido herido, excepto algunas intoxicaciones que se atendieron en la misma ambulancia, y eso es lo que prevalece», apunta. También la concejala de Seguretat, Dolors Vázquez, se desplazó el lunes a Sant Joaquim.