Los trabajadores de los centros de emergencias 112 de Catalunya –ubicados en Reus y en la Zona Franca– han iniciado este sábado, 21 de agosto, una huelga indefinida. Denuncian la falta de voluntad política para solucionar un conflicto laboral que «llevamos años arrastrando». Por un lado, reclaman un convenio propio y, por otro, la internalización del servicio, actualmente gestionado por Ferrovial.
El objetivo de la huelga es conseguir dialogar con Generalitat y llegar a acuerdos para solucionar el malestar de los empleados. «Pero a pesar de la insistencias y los esfuerzos para mantener una conversación con Generalitat, el caso ha sido omiso», denunciaba este mediodía delante del edificio del 112 de Reus Santi Torrella, delegado de la CGT en el comité de empresa a Reus del 112; y David Vilaplana, delegado de CCOO de la Zona Franca, acompañados por una decena de empleados que mostraban una pancarta bajo el lema: «Salvar vidas no es un negocio».
Lo dejan claro: «No desconvocaremos la huelga porque nos citen a dialogar. No lo haremos hasta que lleguemos a acuerdos con el Departament d’Interior», sentencian. Y es que consideran que hace ya demasiado tiempo que se arrastra el conflicto sin haber conseguido una mesa de diálogo. «No se trata de una cuestión reciente, sino que llevamos muchos años reclamándolo, poniendo las cosas muy fáciles. Incluso se hizo llagar una propuesta de convenio, y nada», recordaba David Vilaplana.
Los servicios mínimos decretados son del 85%. A efectos prácticos, CGT y CCOO cuentan que se trataría de unas cuatro o seis personas menos por turno.
«Somos un servicio público»
Lo que se lleva reivindicando desde hace tiempo es, por un lado, que el servicio se internalice, «porque entendemos que estamos dando un servicio público», señala Torrella. En cambio, está gestionado por una empresa subcontratada, que ahora mismo es Ferrovial. En pocos meses se prevé que Generalitat haga una nueva licitación, «pero no lo queremos. No queremos una nueva licitación. Exigimos ser absorbidos por el Departament d’Interior», exclama Vilaplana.
Por otro lado, los empleados reclaman un convenio propio «para dignificar el servicio». Detallan que forman parte del convenio de Call Center (lo que sería el telemárketing) «porque así figura en el pliego de condiciones de Generalitat», denuncian. Así pues, la empresa subcontratada aplica el convenio marcado en dicho pliego. «En cambio, ante esta reclamación, en ocasiones Generalitat ha dicho que es una cuestión que tenemos que hablar con la empresa subcontratada, cuando es algo que depende de Generalitat porque así lo marcan», dice perplejo Sant Torrella. Es por ello que piden «no echar más balones fuera» y «hablar de una vez del conflicto laboral».
También denuncian sobrecarga de trabajo por «plantilla insuficiente». Cuentan que de media, cada empleado atiende entre 80 y 120 expedientes en su jornada de 8 horas –con la pandemia se alcanzarían los 200–, «sin descansos entre llamada y llamada». Explican que es por ello que «no se llega a todos los avisos». «Si el personal fuera el correcto, se podría llegar, pero con estas condiciones no», denuncian.