Llegar a la NASA fue siempre el gran sueño del reusense Roger Lascorz. Y lo consiguió. Fue en 2019, con sólo 26 años y, ahora, este joven ingeniero aeroespacial forma parte del proyecto Artemis, el programa para volver a llevar a astronautas a la superficie lunar. De todo ello habló ayer por la tarde en El Círcol de Reus en el contexto de ‘Beer & Business’, un ciclo que da voz a jóvenes emprendedores del territorio.
De bien pequeño miraba con interés las estrellas, los programas de astronomía de la tele, los museos... «Me enteré que la NASA lo exploraba, que hacía años habían llegado a la luna», recuerda con los ojos iluminados. A partir de ese momento, se puso entre ceja y ceja alcanzar su objetivo: trabajar en la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio. Recuerda su decepción inicial cuando, de pequeño, supo que la NASA «estaba lejos» y «lo primero que hice, extrañamente, fue querer aprender el idioma y no la ciencia», dice riendo. Añade, no obstante, «y en defensa propia, que era un crío».
Tras terminar la ESO, con 16 años, se fue a Estados Unidos, donde se licenció primero en Física y, posteriormente, en Ingeniería Aeroespacial. Han sido años de esfuerzo y dedicación, pero en 2019 llegó la recompensa.
Tras conseguir la ciudadanía, empezó a llamar a las puertas de la NASA para conseguir un puesto. «No entré a la primera», recuerda, pero no por ello tiró la toalla. Después de varios intentos, consiguió una entrevista, «hasta que me aceptaron», relata Lascorz, que se siente muy privilegiado de estar donde está.
Por la confidencialidad de todo lo que rodea la NASA, Lascorz no puede dar detalles de exactamente en lo que trabaja. Pero sí que explica que está en el Departamento de Sistemas de Voz del Centro Kennedy. Ejemplifica que, sobre todo, el equipo se centra en evitar transferencias y «evitar desgracias», entre otros.
El joven reusense forma parte del programa Artemis, que ya ha conseguido enviar una nave a la órbita lunar. El siguiente paso será ya más delicado. La nave estará tripulada, «y aunque siempre quieres que las cosas vayan bien, cuando hay gente, todavía lo quieres más. Arriesgan su vida». Una tercera misión será aún más compleja: los astronautas volverán a pisar la luna, más de 50 años después de la primera vez. «Es impresionante que lo hicieran en los años 60. Ahora, con la tecnología que tenemos, y lo veo difícil, pues no me imagino entonces», subraya.
Roger Lascorz no ve otro futuro que no sea la NASA. Es donde quiere seguir trabajando, e incluso le gustaría llegar a astronauta. De hecho, ya lo ha intentado, aunque sin éxito. Pero seguirá en ello: de soñar con las estrellas a, algún día, llegar al espacio en primera persona. ¿Quién no lo ha pensado alguna vez?