El Ayuntamiento de Reus trabaja con la previsión de firmar, «entre el último trimestre de 2023 y el primero de 2024», el convenio de colaboración con la Generalitat para la cofinanciación del soterramiento de las torres eléctricas de la urbanización El Pinar de Reus. Así lo aseguran fuentes municipales consultadas sobre el avance de la intervención, para la que se habían anunciado recientemente varias operaciones de reserva de recursos.
Endesa, tal como detallan fuentes de la suministradora igualmente preguntadas, cumplió meses atrás con el encargo de elaborar un nuevo estudio, sin que se hayan producido más contactos con el consistorio en los últimos tiempos. En todo caso, «el proyecto contempla el soterramiento total de las líneas en el término municipal de Reus y se realizaría en una sola fase», según el gobierno local.
El ejecutivo reusense afirma que «el presupuesto provisional de las obras facilitado por Endesa es de 4,8 millones de euros para todo el proyecto». Puntualiza que las cuentas son «las últimas oficiales que ha hecho llegar la empresa», pero que no son definitivas, y que «se encuentran pendientes de actualización por parte de la compañía». Del montante, global, Reus asumiría la parte que vinculada a sus terrenos y Castellvell, otra.
La intención del consistorio es «hacer frente a su parte de la financiación con recursos propios y otras fuentes». Los presupuestos municipales 2023 de Reus ya incluyeron una reserva de 425.000 euros dedicados a este fin. Y la concejala de Urbanisme, Marina Berasategui, explicó en el pleno de marzo y a preguntas del grupo de Cs que «el Departament d’Acció Climàtica tiene 3 millones de euros previstos para sacar adelante proyectos de soterramiento» que aún no se han afinado.
La reclamación vecinal de perder de vista las líneas de alta tensión de la urbanización es histórica. «Estamos anestesiados», expresa el presidente de la Associació de Veïns El Pinar, Ton Sotorra, que dice que «llevamos muchos años esperando. No queremos esperar muchos más». En El Pinar están empadronadas, con los últimos datos municipales, medio millar de personas.
A quienes residen en esta zona de la ciudad les da cierta seguridad el compromiso del gobierno de que «se han reservado fondos en firme» para hacer frente al soterramiento. Pero «queremos que la cosa avance ya definitivamente y que no vuelvan a aparecer obstáculos que lo ralenticen todo. No queremos vernos otra vez sin nada», subraya Sotorra. En las fachadas de las viviendas de la urbanización siguen colgadas las pancartas que piden ‘Prou torres! Prou de promeses!’. Y hay que tener también en cuenta las elecciones del 28 de mayo y todo lo que puedan implicar.
El primer convenio para que las líneas eléctricas de El Pinar discurriesen bajo tierra se firmó en 2006. Se enmarcó en un paquete de acuerdos similares que la Generalitat selló con una decena de municipios entre 2006 y 2009, con una partida de 16,72 millones de euros.
En Reus, la «comisión de seguimiento se reunió en hasta trece ocasiones y el desarrollo se limitó a la realización del proyecto ejecutivo por parte de Endesa, pero no se llegó a solicitar la autorización administrativa para llevar a cabo la obra», según precisó Acció Climàtica de la Generalitat en una respuesta parlamentaria. Tras once años, ya en 2017, el Institut Català d’Energia (ICAEN) instó a la renuncia del convenio «y ni desde el Ayuntamiento ni desde Endesa se presentaron alegaciones ni recursos», según recoge la misma respuesta.
Reunión para perfilar el acuerdo
En unos días, está programada una reunión con la Generalitat para avanzar en la concreción de los términos de la cofinanciación «y, por lo tanto, del calendario de la firma del convenio y de las obras», sostienen fuentes municipales. Ahora mismo, no hay fechas sobre la mesa.
En cuanto al nuevo estudio, fuentes de Endesa exponen que, con él en la mano, el Ayuntamiento deberá aterrizarlo y evaluarlo. Se trataría de un documento técnico, que reúne la información referente a los trabajos de soterramiento como tal. La eléctrica ya ha aclarado en diferentes ocasiones que la línea está en correctas condiciones y no le corresponde a la empresa, por lo tanto, modificarla.
Por la avenida de las Torres y su entorno discurren las líneas Reus-Seròs y Reus-Valls, de 110Kv cada una de ellas. Los vecinos rechazan el actual trazado y la presencia de las torres porque mantienen que «no es legal» que, con sus características, pasen por un núcleo como este y les atribuyen «un fuerte impacto visual», además de defender que «las vibraciones que genera su actividad no están permitidas».
Una segunda torre en Castellvell
Por su parte, el alcalde de Castellvell del Camp, Josep Manel Sabaté, corrobora que está prevista una reunión con la Generalitat, que probablemente se produzca a principios de mayo. En el municipio, ahora se soterrarán dos torres en lugar de una. Son la número 6 –que ya se contemplaba– y la 7, tal como especifica el concejal Jordi Jové.
La 7 no figuraba en el primer proyecto y se ha incorporado ahora porque «es más positivo para los vecinos que también se pueda soterrar». Pese a la ampliación respecto a los planes iniciales, «el incremento de inversión supone poco», explica Sabaté.
