Poco después de las 4 de la madrugada del martes día 29, festividad de Sant Pere, un vecino llamaba a la Guàrdia Urbana de Reus para informar de que alguien estaba descargando una furgoneta en la calle Llevant. Lo hacía de forma sospechosa y dejaba entrever que podrían estar robando.
Una patrulla de la Guàrdia Urbana llegaba poco después de la llamada a la calle Llevant y observó que dos de los tres sospechosos se marchaban del lugar corriendo y otro terminó interceptado por los agentes.
Los tres jóvenes habían abierto la furgoneta de reparto y habían sacado y escondido hasta 800 latas de Coca-Cola, Fanta y otras bebidas azucaradas, que habían escondido detrás de un árbol posiblemente para trasladarlas más tarde a un lugar seguro.
Los agentes recuperaron la carga y junto a la furgoneta lo derivaron al depósito de vehículos. Al parecer el chaval interceptado se habría escapado de un centro de menores tutelado por la Generalitat al igual que los compinches que se fugaron.