Reus cierra 2022 con prácticamente un 13% de parados menos que en 2019, el último año preCovid. La ciudad sigue la tendencia global de creación de empleo y reducción del paro, aunque está por encima de la media, tanto catalana como española.
Según cifras del Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat), en Catalunya y España el número de parados era un 10% inferior en el cierre de 2022 respecto hace tres años. La capital del Baix Camp, en cambio, está a casi tres puntos por encima: 12,8%. Así consta en el Observatori Socioeconòmic, un nuevo portal web del Ayuntamiento de Reus que permite consultar al detalle datos estadísticos sobre población, mercado de trabajo y tejido empresarial.
«Reus ha sabido sobreponerse con mucho esfuerzo por parte de todos», destaca el concejal de Empresa i Ocupació, Carles Prats, aunque con cierta prudencia. Y es que recuerda la actual incertidumbre ante acontecimientos como la guerra de Ucrania o la inflación.
Observando las cifras al detalle, casi un 70% de los parados en la ciudad son del sector servicios. La construcción representa un 9,5%; la industria, un 7,35%; y la agricultura es el 3,77%. «Por sectores, las cifras son bastante estables», señala Prats. En cambio, crecen las personas sin ocupación anterior inscritos en la oficina de empleo como demandantes de trabajo. Según los últimos datos disponibles, correspondientes al pasado mes de noviembre, un 9,76% de los parados eran de esta tipología. «Esto nos preocupa porque significa que hay dificultades para acceder al mundo laboral», dice el concejal de Empresa i Ocupació.
También hay un alto porcentaje de parados mayores de 45 años, con 3.466 personas, es decir, un 56,88% de los desocupados. «Es una franja que va subiendo y es especialmente preocupante porque son personas que acostumbran a tener menos formación, las empresas están menos dispuestas a contratarlas...», recuerda Carles Prats. Muchos acaban convirtiéndose en parados de larga duración, es decir, inscritos ininterrumpidamente en la oficina de empleo como demandantes de trabajo durante 12 o más meses. En cuanto al resto de franjas de edad, los de hasta 25 años representan un 7,11% de los desempleados y de 25 a 45, el 36,02%.
Sobre todo a raíz de la pandemia, Reus ha ido implantando nuevos proyectos para fomentar la creación de ocupación e impulso del emprendimiento, medidas que se suman a las que ya venían trabajándose. Con la irrupción de la Covid, el primer paso fue la creación del Pla de Reactivació Econòmica i Social, en mayo de 2020. En el documento, el consistorio ya preveía promover la ocupación y dinamización de locales vacíos o la Incubadora TIC para la creación de nuevos proyectos de base tecnológica, entre muchos otros programas.
De aquí nace, por ejemplo, el proyecto ‘Reus Espais Vius’, que tiene el objetivo de contribuir a la revitalización del comercio, facilitando el contacto entre propietarios de locales vacíos y emprendedores. Además, se ofrece un acompañamiento durante todo el proceso de creación de los nuevos negocios. El primer ámbito de actuación fue el de los arrabales de Sant Pere y Robuster y recientemente se amplió en una segunda zona: los arrabales de Martí i Folguera y el del Pallol y su entorno: el Carreró de la Sang, la plaza de la Sang y la galería comercial Nou Centre. Además, el consistorio ya ha anunciado que habrá una tercera fase. Según datos del mes de noviembre, 72 personas ya habían mostrado interés por abrir un negocio en la zona de Sant Pere y Robuster y habían recibido asesoramiento. En aquel momento, cuatro empresas habían abierto al público y ocho más estaban a punto de hacerlo.
Lo que observa el concejal Carles Prats es que entre los emprendedores destaca el papel de las mujeres que, a la vez, son las que mayor paro tienen (en Reus representan el 57,5%). Lluïsa Crusells es una de estas emprendedoras que el proyecto ‘Reus Espais Vius’ la incentivó a abrir su propio negocio: Origami Art i Teràpia, en el arrabal de Robuster. Durante más de 20 años fue modista y diseñadora a medida, pero su vida se ha redirigido hacia el arte del Origami, una técnica japonesa de desarrollo del papel para obtener figuras de distintas formas.
Desde 2014 que diseña y crea piezas como lámparas y elementos decorativos, bolsas o joyería, todo hecho con papel. «La gente que no conoce la técnica, queda sorprendida por lo resistente que es el papel una vez tratado», relata. Antes, acercaba todo su trabajo a través de ferias, pero desde el año pasado tiene su tienda física. «Es algo que me planteaba, pero ‘Reus Espais Vius’ lo aceleró todo», subraya. Además, valora todo el acompañamiento recibido, «desde mirar locales a cuestiones más técnicas».
También con esta finalidad de incentivar el emprendimiento, el Ayuntamiento impulsa, junto con Redessa, la Incubadora TIC. El programa fomenta la creación de startups de base tecnológica. En las dos ediciones ya llevadas a cabo, ha habido unos 70 solicitantes y más de una veintena han superado las fases planteadas. Cara a futuro, Carles Prats cuenta que ya se trabaja en nuevos programas y medidas. Por ejemplo, se plantea ofrecer formación que pueda dar respuesta a la falta de personal cualificado entre los gremios.
