Vecinos de Reus se quejan de contenedores a rebosar de bolsas de basura apiladas, generando mal olor, y algo que empeora, además, con las altas temperaturas. El presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR), Marcos Massó, lo achaca al «inicivismo de cada uno»: «La gente se queja, sobre todo, del mal olor, es lo típico del verano y se nota especialmente con la fracción orgánica. A la mínima que no cabe en la boca del contenedor, se dejan bolsas fuera y no tiran la basura cuando no toca, sino fuera de los horarios estipulados».
Como solución, propone Massó, «debería de haber más concienciación y más efectivos que vayan liberando de bolsas los espacios que hay alrededor de los contenedores durante el día, como aquellos que van recogiendo hojas». Los trabajadores de la basura, expone, por otro lado, «hacen lo que pueden, pero en su recorrido no pueden recoger todo lo que se deja fuera del contenedor, es que no acabarían nunca».
El Ayuntamiento, por su lado, ya anunció a principios de julio que esta situación se combatiría con el plan de choque de limpieza intensiva de los barrios. El anuncio vino con novedades, pues la actuación pasaba a ser permanente –el pasado verano se habilitó de «forma extraordinaria»– y, por otro lado, el servicio se reorganizaba para ampliarse a más zonas, pasando de las 16 del verano de 2023 a las 20 este año.
En la otra cara de la moneda, están los trabajadores de la basura, quienes se encuentran en una situación compleja: el pasado día 30 de julio, expiró el convenio colectivo y no se ha formalizado aún ninguna negociación firme para actualizarlo. «Recientemente, hemos puesto en conocimiento a la plantilla, exponiendo la situación actual, para que sepan que Ayuntamiento y empresa continúan explorando soluciones, pero no ponen nada concreto sobre la mesa negociadora», anuncia el presidente del comité de empresa de la UTE Reus Net, Miguel Pérez. De momento y desde febrero, recuerda, «estamos como estábamos, con congelación salarial». Desde la empresa, consultada por este medio, expresan que por el momento no hay ninguna novedad.
Calendario de movilizaciones
Este verano, añade a su vez Pérez, «no es un periodo hábil para reivindicar nuestros derechos, pero en septiembre, se anunciará un calendario de movilizaciones, protestas y huelga, al menos, si la cosa sigue así». Declara que la plantilla, con esta situación de limbo, por decirlo así, «está bastante indignada. Sabemos que la alcaldesa, Sandra Guaita, abrió una vía de diálogo, pero no ha trascendido nada», insiste.
También en el comité de empresa, los trabajadores Antonio Fernández y Alberto Martínez (CCOO) expresan que la congelación de sueldo los sume en una situación de total incertidumbre: «No sabes qué va a pasar contigo y está todo en pausa, eso nos preocupa». Por su parte, Albert Llambrich (USO) dice: «Toda la responsabilidad recae en la empresa, que está cerrada en banda, solo nos da largas y creemos que la fuerza la tenemos ahora en verano».
Los trabajadores de la basura llevan gran parte del año realizando movilizaciones y apareciendo en plenos municipales para mejorar sus condiciones. Entre otras peticiones, solicitan actualizar el convenio colectivo con uno más largo, de cuatro años, ya que el vencido fue de dos; negociar una subida de sueldo, una mayor conciliación y la opción de jubilación parcial a los 63 años.