El Ayuntamiento de Reus ha aprobado este miércoles de forma definitiva los presupuestos y las ordenanzas fiscales que entrarán en vigor en enero del año que viene sin apenas novedades. El equipo de gobierno sólo ha introducido alguna pequeña modificación al polémico expediente que no supone ningún cambio significativo.
Y eso a pesar de las múltiples alegaciones presentadas tanto por parte de los partidos de la oposición como, sobre todo, por la ciudadanía. Hasta cuatro plataformas vecinales, una de ellas la propia Federación de Vecinos, registraron alegaciones por la subida real del 9,7% de los impuestos acompañados de miles de firmas de apoyo.
En este sentido, la concejal de Hisenda, Mariluz Caballero, ha matizado que finalmente fueron 3.031 firmas contrarias al incremento de los impuestos, de las cuales sólo 1.234 se registraron acompañadas del DNI. A lo largo de toda la sesión, la concejal de Hisenda se ha encargado de rebatir y argumentar las variaciones introducidas tanto en los presupuestos como las ordenanzas.
Se ha mostrado tajante a la hora de asegurar que han trabajado "con el máximo rigor, realidad y transparencia" y ha rechazado cualquier crítica al respecto de que Reus sea una ciudad cara. "La presión fiscal en Reus es un 20% más baja si la comparamos con los siete municipios más importantes de la demarcación", ha subrayado, sin dejar de mencionar que el esfuerzo fiscal que hace los reusenses también es inferior al de estas ciudades.
Otra de las cuestiones que ha negado rotundamente ha sido que tanto los presupuestos como las ordenanzas fiscales incumplieran la Ley Reguladora de Haciendas Locales por no haber presentado en su día junto con el Pla d'Accio Municipal (PAM) las inversiones como aseguraban desde el PSC. Hecho que ha reiterado sucedió por la imposibilidad de que fueran presentados en el orden pertinente por las pasadas eleciones generales. No obstante, el gobierno municipal sí que ha aceptado la moción de los socialistas de que el desglose de las inversiones figure en el expediente del PAM.
Este hecho no ha minimizado las críticas del portavoz del PSC, Andreu Martín, que ha utilizado el juego de palabras "el PAM a hecho PUM" para poner en duda su utilidad. Desde las filas socialistas también han recriminado al gobierno municipal su falta de empatía hacia la ciudadanía rechazando todas sus alegaciones y "la pérdida de oportunidades en los valores referentes a la tarifación social. Si seguimos así, Reus será una ciudad sólo para aquellos que se puedan permitir vivir en ella".
Por su parte, la portavoz de la CUP, Marta Llorens, se ha mostrado muy crítica y ha lamentado el discurso excesivamente técnico de la concejal de Hisenda y su rechazó a las alegaciones presentadas por motivos estrictamente legales y sin valoraciones políticas. "La ciudadanía ha mostrado la gran preocupación e inquietud que despiertan problemáticas como la falta de vivienda, la degradación del comercio, el servicio de recogida de la basura o la implantación de una tarifación social". Sobre la primera de las cuestiones, Llorens ha emplazado al gobierno municipal ha crear un consejo entorno a la vivienda.
Ciutadans tampoco ha escatimado en sus críticas a la hora de asegurar que los presupuestos eran una "chapuza". La portavoz del partido naranja, Débora García, ha denunciado que algunas cuentas no cuadraban provocando un desfase de medio millón de euros. Una situación, ha matizado, que "han modificado porque lo habíamos presentado como alegación". En cuanto a las ordenanzas fiscales, desde Cs ha declarado que "la presión fiscal a los contribuyentes no se puede soportar. Su voluntad es recaudatoria". Palabras que han provocado un cruce de declaraciones entre la portavoz de Cs y la concejal de Hisenda.
Homenaje a Joaquim Sorio
Antes de empezar la sesión, el pleno guardó un minuto de silencio en memoria del exoncejal de Cultura, Joaquim Sorio, fallecido la semana pasada.
