Desde ayer al mediodía, en la calle de la Armagura se puede volver a ver al Gaudí nen sentado donde siempre solía estar. La escultura de Altur Aldomà ha regresado a su ubicación original tras pasar un tiempo en el taller. Casi un mes y medio se ha alargado el proceso de restauración al que se ha sometido el conjunto, bolas y banco incluidos, que hace que vuelva a lucir como el primer día.
El pasado 14 de junio, el Ayuntamiento informó del desmontaje de la escultura y su retirada para someterla a un lavado de cara. Ese mismo día, operarios procedieron a desencajar la pieza principal y llevársela para trabajar también sobre el mismo banco. El Gaudí nen se instaló en este punto de Reus, cerca del cruce con la calle Santa Anna –que coincide con la casa donde nació el arquitecto Antoni Gaudí– en 2002. Formó parte de las acciones desplegadas para la celebración del Any Gaudí.
De nuevo, ayer, operarios trabajaban para volver a colocar al Gaudí nen y el resto de la obra en su sitio. Las labores de puesta al día han ido a cargo de la empresa Ginfer. Pese a que ya es totalmente visible desde la calle, fuentes municipales consultadas ayer no revelaron qué procesos de reparación o de renovación se le han aplicado al conjunto y emplazaron a un comunicado que se emitirá probablemente a lo largo del día de hoy.
El Gaudí nen está esculpido en bronce y mide 1,10 metros de altura. Representa al arquitecto jugando a las canicas durante su niñez. Las canicas doradas, de grandes dimensiones, tienen un efecto rotatorio y permiten al espectador descubrir el nombre del genio al hacerlas girar, cosa que convierte al conjunto en interactivo. El rostro de Gaudí es de concentración. Esta escultura también forma parte de algunas rutas culturales de la ciudad que recorren y difunden el patrimonio local y a los reusenses más célebres.
