Los comerciantes del Passeig Comercial El Pallol de Reus ven cómo la llegada del supermercado en la planta baja –cuya apertura se espera para este 2023– va tomando forma poco a poco. Las últimas semanas se han podido ver operarios enfrascados en las obras, que suponen ya de por sí una dinamización del espacio. En el complejo comercial, hay cerca de una quincena de locales sin ocupar y trece tienen uso, ya sea comercial o de restauración.
El presidente de la asociación comercial del Pallol, Pau Salvadó, reconoce que «la llegada de una grande superficie, supone un reclamo para clientes potenciales que se plantean establecerse aquí». «Sabemos que Mercadona está despertando interés entre varios operadores y que, aunque todo parece seguir igual, el equipo de comerciales (del Grup Núñez i Navarro) va enseñando locales y hay movimiento, eso es lo que percibimos los negocios», añade Salvadó, quien reitera que, hasta que no haya algo formalizado, «esperaremos a que nos informen».
El representante comercial cuenta, por otro lado, que los comerciantes han trabajado en una campaña navideña «potente», que ha dejado un buen sabor de boca. «El hecho de que haya un súper en un futuro inmediato, atraerá a mucha más gente a la planta baja, eso es necesario, porque dará vida a los comercios situados allí».
Las rebajas están funcionando, aunque «con mucha reserva». «Estamos notando que la inflación está haciendo estragos, que las personas consumen menos al obedecer las consignas de los estamentos centrales e incluso europeos y todo eso se nota», declara el presidente de la asociación comercial. Esa compra «con contención» es algo que, al menos los negocios de naturaleza comercial, esperan que no se alargue demasiado. «Esto no es bueno para los comerciantes, porque no vacían stock y la clientela, quizá, no puede renovar productos que necesiten», reconoce.
El equipamiento hotelero, que está en fase avanzada ya, es otra de las partes troncales del proyecto inicial del Pallol. Avanza simultáneamente junto al supermercado, ahora mismo. A modo de recordatorio, en los inicios del Passeig Comercial, hubo un supermercado en la planta baja, de la firma Supercor, pero en 2009 cerró.
Las impresiones de los vecinos
La llegada de Mercadona a esta zona del Pallol topa, también, con opiniones de los vecinos de las inmediaciones, y son de lo más variadas. En el caso de la vecina de Horts de Miró, Pilar, por ejemplo, ella recuerda que acudía cuando aún estaba el Supercor, iba «a menudo» y, que vuelva un punto de venta a la zona, es algo que celebra. Otra vecina de la zona que ha observado la evolución del Pallol en general, así como las aperturas y las bajadas de persiana de comercios, bares y cafeterías, es F.M., quien cuenta: «Como residente en El Pallol, objetivamente, entiendo que la apertura de Mercadona en el centro comercial se tiene que valorar de manera positiva, es una oferta en el centro de Reus, en un formato que, hasta el momento más reciente, no había. Atraerá clientela».
Los vecinos creen que
el súper será útil para ir a comprar «cuando se tiene un imprevisto»
el súper será útil para ir a comprar «cuando se tiene un imprevisto»
Por contrapartida y desde el punto de vista personal, F.M. traslada que «no suelo comprar en esta cadena desde hace años, no me entusiasma especialmente, pero no me abstendré de entrar a comprar alguna vez si me conviene». También se pregunta cómo «se gestionará la circulación de vehículos por la zona, algo que, sin duda, aumentará». Otro punto de vista es el de la presidenta de la asociación de vecinos de Horts de Miró, Pilar Flamenco, quien expone que, a pesar de que «El Pallol ya se escapa de los límites del barrio, le vendrá bien a los residentes de la zona porque no hay otro así». La representante vecinal describe, por ejemplo, que, en el casco antiguo, hay «verdulerías con clientela fija e incluso colmados, pero que estos negocios, al tener agenda de clientes fija, no les afectaría mucho, eso esperamos».
El futuro Mercadona, para Flamenco, será «un súper del centro, para quien salga a dar una vuelta». Dice que hay que tener en cuenta que allí «también vive mucha gente que sólo duerme y se marcha al trabajo», con lo que puede que «este nuevo punto de venta sea para ir a comprar cuando tienes un imprevisto».
El nuevo comercio –que tendrá una superficie de cerca de 1.800m2– ofrecerá oferta de alimentación, limpieza del hogar, higiene personal y comida para mascotas que, se sumará a la ya existente de moda, complementos, deporte, belleza, ocio, cultura y restauración. El supermercado, como ya se apuntó, contará con dos accesos: uno, ubicado en la plaza Evarist Fàbregas i Pàmies; y el otro, con entrada en la planta baja.
El negocio y los transportistas
Las dimensiones, destacó Salvadó cuando se anunció la llegada de Mercadona, se tratan de «las que están cara al público, cuenta con muchos más metros de almacenaje y el supermercado necesita espacio, porque moverá a muchos transportistas». Este factor ha comportado la remodelación de la planta baja, «incluyendo el traslado de varios comercios ya existentes». Es el caso de la tienda de juguetes Joguines Somnis, entre otros, que tuvo cambiar de ubicación, porque parte de éste no encajaba al ubicarse allí las nuevas instalaciones.
Los lavabos es otro de los servicios del Pallol que se encuentran en la planta baja que también cambiarán su situación inicial para dar más espacio al Mercadona. «Tener más actividad en la zona puede beneficiar las tiendas de aquí y despertar el interés de otras empresas», afirmaba Salvadó. El nuevo negocio se trata de un ‘supermercado eficiente’ y traerá, además, «nuevos puestos de trabajo».
