El Centre Catòlic de Reus se convertirá en un nuevo espacio polivalente y referente de las artes escénicas, una vez el edificio esté rehabilitado. Esto será una realidad en un par o tres de años y requerirá de una inversión aproximada de 3 millones de euros, según calcula el Ayuntamiento de Reus.
El inmueble, en la calle de la Presó número 13 y propiedad del Arzobispado de Tarragona, está cerrado desde marzo de 2021 por «problemas estructurales». No obstante, el Ayuntamiento tiene derecho de superficie durante 50 años –como marca el convenio sellado con la parroquia Prioral de Sant Pere– y el consistorio tiene el compromiso de rehabilitar el edificio para que vuelva a ser funcional y mantener la actividad cultural.
Por ahora, el consistorio ya ha dado los primeros pasos para llevar a cabo las obras. Y es que en breve saldrá a licitación la redacción del proyecto básico y ejecutivo, así como el estudio de seguridad y salud y la dirección de los trabajos, con un presupuesto de salida de 201.818,52 euros. Posteriormente, todo ello se materializará con la ejecución de los trabajos, que se llevarían a cabo por unos 2,7 millones de euros. Su finalidad será doble: resolver las patologías detectadas en el edificio y, a la vez, definir este nuevo espacio polivalente de artes escénicas.
Aunque los detalles quedarán reflejados por parte del adjudicatario, la alcaldesa, Sandra Guaita, y el concejal de Cultura, Daniel Recasens, han expuesto esta mañana las necesidades que hay previstas cubrir a través del Centre Catòlic. Por un lado, el edificio seguirá acogiendo la asociación Bravium Teatre y su programación. Pero el Ayuntamiento quiere dar también respuesta a otras cuestiones, como que haya una sede estable de coordinación y acompañamiento de acciones, programas y festivales del ámbito escénico. También que sea un espacio de ensayos, formación artística en el ámbito de las artes escénicas, de eventos de pequeño formato y lecturas, de estada y residencia para compañías, de trabajo y prácticas para la formación de profesionales en el ámbito, espacio de trabajo preparatorio y desarrollo para las producciones propias, coproducciones o colaboraciones, o también para necesidades de producciones externas.
El edificio está estructurado en tres plantas más sótano: la planta baja es donde hay el teatro y espacios que eran utilizadas por el Bravium, mientras que por encima hay dos plantas más «con espacios bastante diáfanos», describe Recasens, que serían organizados para dar cabida a todas estas necesidades descritas. En cuanto al sótano, también podría estudiarse su posible uso.
Sobre la licitación que se abrirá en breve, se tratará de un concurso de proyectos estructurado en dos vueltas. En la primera, el proceso será abierto a todos los arquitectos y se valorará solo el currículum y experiencia. De éstos, el jurado escogerá a cinco, que pasarán a la segunda vuelta. En este caso, los seleccionados tendrán que presentar de forma anónima una propuesta de intervención.
