El aparcamiento del cementerio general de Reus ha sufrido recientemente varios episodios de rotura de ventanillas de vehículos. Basta con echar un vistazo al suelo de la explanada que da a la entrada principal del camposanto para poder ver, a menudo, sobre las líneas que separan las plazas de estacionamiento, los fragmentos de cristales de coches vandalizados. Sin aportar cifras sobre la incidencia concreta de estos actos, fuentes municipales apuntan que, a raíz de ellos, la policía local «ha estado llevando a cabo tareas de vigilancia» específicamente en el parking del cementerio con la finalidad de «intentar localizar al responsable de estos hechos», sin que lo haya conseguido hasta el momento.
Las mismas fuentes precisan, en este sentido, que el cuerpo de seguridad tiene constancia de que se han producido diversos incidentes en los alrededores y corroboran así que «aunque son puntuales, sí que ha habido algunos» episodios de rotura de ventanillas.
La situación no es nueva, ha venido repitiéndose de manera cíclica al menos a lo largo de los últimos meses y preocupa a la Guàrdia Urbana por las quejas que genera. Y es que muchas de las personas que se desplazan hasta el cementerio para visitar las sepulturas o realizar algún trámite lo hacen en coche particular y este aparcamiento es la zona donde la mayoría lo deja, al disponer de bastantes plazas y encontrarse a muy pocos pasos de las puertas de acceso al recinto. Algunos de estos actos vandálicos, que frecuentemente han acabado también con el interior de los vehículos revuelto y con hurto de objetos que se guardaban en ellos, se habrían producido incluso durante el transcurso de entierros. El autor o los autores habrían actuado aprovechando lo apartado del lugar y que los propietarios de los coches se encontraban en la ceremonia y, por lo tanto, no regresarían al automóvil en un tiempo considerable.
