Esta mañana se ha ejecutado un desahucio en Reus, en la avenida Pere el Cerimoniós número 74. Yamina y Abdeslam, de más de 60 años, han recibido el apoyo de decenas de personas y el Sindicat d’Habitatge de Reus. Pero a pesar de la presión e intentar negociar, no han podido evitar que les echaran.
El piso es propiedad de Gramina Homes, entidad que se dedica a la compraventa de bienes inmobiliarios, y estaba ocupado. «Se trata de una familia vulnerable y está acreditada como tal», explicaba Roger, miembro del Sindicat d’Habitatge de Reus. Denuncia que el desahucio se ha llevado a cabo mientras Yamina y Abdeslam estaban en trámites para poder acceder a un abogado, por lo que «ni se han podido defender ante un gran tenedor», exclamaba Roger, que ha añadido: «Ha prevalecido, una vez más, el derecho a la propiedad».
La orden de desahucio era anterior a que Yamina y Abdeslam vivieran en este piso. De hecho, previamente había residido en el inmueble su hija Ikram, que esta mañana ha seguido los hechos desde la calle, junto a otros familiares, amigos y miembros del Sindicat. Es ella quien había recibido la orden de desahucio y quien ha hecho las gestiones para intentar pararlo. Por ahora, sus padres podrán quedarse dos días en casa de una vecina «y después, ya se verá...», lamenta Ikram. Para el miércoles prevén reunirse con Serveis Socials y ver qué salidas hay.
Durante la mañana se han vivido momentos de tensión entre Mossos d’Esquadra y manifestantes, que querían evitar el acceso al bloque de pisos. No obstante, la policía se ha acabado abriendo paso. «Hemos resistido hasta el final, a pesar de los golpes, empujones, de que nos hayan torcido brazos y tirado al suelo», subrayaban desde el Sindicat d’Habitatge.
A pocos minutos de las 13.30 h, Mossos d’Esquadra se han retirado y la familia desahuciada ha bajado a pie de calle, donde ha habido abrazos de apoyo y han agradecido la presencia de la gente.