Cinco detenidos, tres hombres y dos mujeres de edades comprendidas entre los 20 y 35 años, y dos agentes de los Mossos d’Esquadra heridos levemente fue el resultado de una trifulca que se registró ayer en la calle Riera Miró poco después de las 20.30 horas de la tarde.
Según ha informado Mossos d’Esquadra, el inicio de la trifulca fue la presencia de un hombre que en la confluencia de la calle Riera Miró con Dom Bosco molestaba el tráfico rodado en una zona no habilitada, fuera de los pasos de peatones existentes en este cruce.
Una patrulla de Mossos de Seguridad Ciudadana se acercó hasta el lugar y procedió a sacar al joven del medio de los carriles para evitar que lo atropellaran y que dejara de molestar al tráfico rodado. Su reacción fue golpear con un objeto contundente la mano del agente, que fue uno de los heridos en la trifulca.
La acción del hombre activó su detención por un presunto delito de atentado contra la autoridad. Sin embargo, el arresto se complicó cuando otras cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, se abalanzaron contra la pareja de agentes para «liberar» a su amigo y poder huir antes de terminar la detención.
Con ello, los refuerzos estaban de camino y viendo la situación se activaron hasta siete dotaciones de agentes para poder terminar con la trifulca. El resultado final fue de cinco detenidos. Las dos mujeres de 20 y 29 años respectivamente, se las acusó de un delito de desobediencia y resistencia a la autoridad. A los tres hombres, de 26, 32 y 35 años respectivamente, se les acusó de ser autores de un presunto delito de atentado contra la autoridad.
Los dos policías autonómicos heridos en esta detención colectiva fueron atendidos por heridas leves, básicamente contusiones presuntamente por parte de los arrestados.
Susto en la avenida Països Catalans
Un poco más tarde, en la avenida Països Catalans, la Guàrdia Urbana de Reus activaba dos unidades ante el aviso de una persona en la calle que mostraba mucha agresividad. Los agentes encontraron a una persona en el suelo con heridas, posiblemente de una caída. Su actitud era hostil, pero no agredió a nadie ni provocó daños.
La Guàrdia Urbana activó una ambulancia del SEM, que se encargó de atenderle y llevarlo al hospital Sant Joan de la misma capital del Baix Camp.