Los supuestos conflictos laborales y el malestar de los trabajadores de las empresas municipales ocuparon una parte importante en la sesión plenaria de ayer, llegada la valoración de las propuestas y las mociones de los grupos de la oposición. Los socialistas y los cupaires presentaron, por ejemplo y conjuntamente, una propuesta de declaración relacionada con «el conflicto laboral que se vive, actualmente, en el Centre de Villablanca», la cual fue apoyada por el pleno, a excepción de Ciudadanos, que se abstuvo.
Y es que Débora García (Cs) pidió que no se generalizara en lo que respecta a las empresas privadas. «No se puede meter a todo el mundo en el mismo saco. Hay muchas que trabajan de forma vocacional», expuso la portavoz del partido naranja.
La propuesta pedía, entre otros acuerdos, que el ayuntamiento reconociera la tarea de los trabajadores (actualmente en huelga) y que mediara para conseguir que el Departament de Drets Socials de la Generalitat se reuniera con el comité correspondiente de Villablanca para afrontar el «conflicto» existente. «Las trabajadoras del centro asistencial Villablanca mantienen una huelga desde el 21 de agosto y un cierre desde el 7 de septiembre para reivindicar mejoras laborales y de salarios, puesto que su tarea implica una sobrecarga de trabajo muy grande», expusieron los grupos proponientes.
Estas reivindicaciones, dijeron, «también son de las personas usuarias del servicio, puesto que lo que estas trabajadoras quieren es ofrecer el mejor servicio, para su estabilidad emocional y autonomía», completaron en el debate. Martín (PSC) aportó que «hay que reconocer a los trabajadores que prestan unos servicios y hay que lograr un consenso con la ayuda de los representantes sindicales».
Por otro lado, una moción de la formación independentista, referente a los «conflictos laborales» existentes en diferentes municipales y entes dependientes del Ayuntamiento de Reus no prosperó.
Cerca de jóvenes y mayores
Los socialistas, por su parte, llevaron a la sesión plenaria una propuesta en la que pedían a las entidades bancarias un servicio y atención adecuados para los usuarios, la cual no prosperó. «En los últimos meses, la ciudadanía de Reus ha visto una multitud de entidades bancarias bajando la persiana. Estamos asistiendo a un cierre sistemático», expuso la concejala Ana Martínez, que lo encontró un «problema que afecta principalmente a los barrios de la ciudad», y en especial a los vecinos más mayores. Edgar Fernàndez (CUP) terció que «si la banca hace eso es porque tiene impunidad. Si se nacionalizaran los sectores estratégicos, tal vez sería diferente».
Una moción de Cs para ceder locales en desuso para las asociaciones de vecinos, no prosperó, al igual que otra, del PSC, en la que se pedía mejorar y potenciar los parques, jardines y zonas verdes de la ciudad.
