Alumnos de segundo de primaria de la Escola General de Prim de Reus han realizado una visita guiada a sus padres y madres este pasado viernes 24 de febrero. Lo han hecho para conocer el barrio y en el marco de un proyecto que tiene como objetivo recorrer el entorno del centro educativo. A través de esta acción, los niños y niñas generan sinergías con entidades, equipamientos públicos y privados y comercios de proximidad, entre otros lugares. «La salida, o ‘freetour’ hace que los estudiantes tomen la iniciativa, que identifiquen un lugar y observen su entorno. Es algo que hemos visto que les motiva, hacen preguntas y, además, se han sumado varios padres y madres a la actividad, algo que creemos muy necesario y a la vez complicado de conseguir, por los horarios», ha manifestado la tutora de segundo curso, Isabel Fillat.
La actividad ha comenzado durante el mediodía. Los estudiantes han salido de clase al encuentro de sus padres y madres, que estaban en la entrada principal, y desde allí han comenzado todos juntos la ruta hacia las piscinas municipales.
Nada más empezar a caminar, los escolares se han dispuesto por grupos y han caminado ordenadamente por parejas. «Seguid el paraguas rojo, será el distintivo que nos guiará en el recorrido», ha pedido la tutora de segundo a los asistentes. El equipo de alumnos encargado de hacer las distintas explicaciones, pues, ha ido cogiendo el paraguas como si de un relevo se tratara.
La ruta ha sido de lo más participativa, puesto que, en cada parada, aparte de las explicaciones de los alumnos, los padres y madres han intervenido con preguntas o hecho aportaciones.
La dinámica, al llegar a las piscinas municipales, ha consistido en una exposición de detalles prácticos hecha por los escolares. En ésta han indicado, por ejemplo, la ubicación del lugar y las tareas que podían hacerse allí. Los estudiantes han ido ayudándose de un micrófono, también, que les ha ayudado a proyectar la voz a lo largo del recorrido.
La ruta ha seguido por el Parc de Lliscament y el Parc dels Capellans. «En el Parc de Lliscament, uno puede descansar, merendar y hacer ejercicio», han apuntado unos cuantos niños y niñas, quienes también han dicho –ya en la zona de calistenia– que había que medir 1,40 metros para poder usar dicha infraestructura. Es decir, también han aportado aspectos relativos a la seguridad del sitio.
El Centre Cívic Ponent ha sido otra de las localizaciones de la visita guiada. Allí, algunos de los padres y madres asistentes se han interesado por las acciones que se desarrollaban en el equipamiento municipal, así como por sus horarios. «Si los padres conocen más el entorno por sus hijos, la actividad aporta más a más gente», ha determinado Fillat. La actividad, en definitiva, ha despertado el interés de los niños por todo lo que hay alrededor de su escuela, incluso ha estimulado su curiosidad e inventiva, puesto que la ruta ha pasado por la galería de arte Anquin’s, también.
Sobre la actividad, el concejal de Cultura i Educació, Daniel Recasens, que ha asistido a parte de la visita, ha remarcado que «ha tenido muy buena participación, han venido muchos padres». Este tipo de iniciativas de las escuelas, ha dicho, «son beneficiosas para el alumnado y se suman a otras como la del Passaport Cultural, en la que también se interpela a las familias, para que realicen actividades educativas con los hijos en la ciudad».
«Esta iniciativa, con una selección de paradas de lo más heterogénea, ayuda a que los más pequeños conozcan lugares cercanos a los que, quizá, no prestan atención al pasar por delante cada día», ha declarado el edil. Esta conexión de las escuelas con el entorno, «como defiende el Pla Educatiu d’Entorn, va enfocada a una visión de ciudad educadora y 360º, es decir, la escuela puede exportar proyectos al entorno y viceversa».
