Reus quiere impulsar una ‘Cooperativa de cures’ para dignificar el sector de aquellas personas, mayoritariamente mujeres, que trabajan en la asistencia doméstica, cuidando gente mayor o dependiente o realizando servicios de limpieza, entre otros.
El concejal de Empresa i Ocupació del Ayuntamiento de Reus, Carles Prats, explica que en muchos casos los profesionales que trabajan en el sector de la atención a las personas lo hacen en una situación irregular y el objetivo de crear esta cooperativa sería facilitarles «la regularización de sus trabajos». Por otro lado, sería también una forma de facilitar la contratación de estos servicios.
«El objetivo es intentar que este colectivo que está escondido y que trabaja de una manera alegal, se pueda incorporar a través de un sistema regular de trabajo (...) Es un proyecto que nos hace mucha ilusión», comenta Prats. En este caso, el Ayuntamiento asegura que está trabajando para animar al sector a crear la cooperativa y pretende ayudar al colectivo a buscar financiación para fundar la entidad. El consistorio quiere poner a disposición de los trabajadores asesoramiento a través de Mas Carandell que forma parte del Ateneu Cooperatiu del Camp - CoopCamp, que engloba las comarcas del Baix Camp, Alt Camp, Conca de Barberà y Priorat.
El ejemplo del Lluçanès
El Ayuntamiento de Reus ha tomado como referencia una iniciativa similar que surgió en el Consorci del Lluçanès en julio del 2018 bajo el nombre Cuidem Luçanès. Se trata de una cooperativa de acompañamiento a las personas y organizaciones para cubrir las necesidades de atención y cuidado de las personas, con profesionales calificados y con condiciones laborales adecuadas.
A parte de garantizar unas condiciones dignas de trabajo con cobertura legal, también se trata de un espacio de formación y educación de los profesionales de la cooperativa.
La comarca del Lluçanès hacía años que había detectado la precariedad laboral de los trabajadores que se dedicaban al cuidado de las personas o al trabajo del hogar. Además, tenían una elevada tasa de paro femenino a partir de los 40-50 años.
Los socios de la cooperativa pagan 20 euros como cuota única para entrar. Hay otros casos en qué hay socios colaboradores, que pagan 300 euros pensada básicamente para administraciones. Distintos Ayuntamientos del Lluçanès, llegaron a un acuerdo con la cooperativa por la limpieza total o parcial de las instalaciones o bien la dinamización de algunos centros cívicos.
Las cooperativas están pensadas para fomentar la economía social y solidaria. Uno de los principales retos de este tipo de cooperativas es concienciar a la población que dignificar el sector de atención a las personas tiene un coste económico, que pretende que los profesionales trabajen en unas condiciones dignas. Para ello, las tarifas que se ofrecen desde la cooperativa Cuidem Lluçanès son más elevadas que el precio de mercado que se está pagando desde la economia sumergida.
Con el paso del tiempo, también han ampliado sus servicios y ofrecen servicios de refuerzo escolar, acompañamiento al estudio, terapia con flores de Bach, reiki o acompañamiento en la organización de la cocina, entre otras.
En su caso, la cooperativa del Lluçanès, sirvió para sacar del paro a muchas personas que no tenían trabajo y también para evitar el despoblamiento de una zona eminentemente rural.
El sector de los ‘riders’ que nos llevan la comida a casa
Otro de los sectores que trabajan en la economia sumergida son los ‘riders’, también conocidos como repartidores de comida a domicilio que suelen ir en bicicleta. Desde el Ayuntamiento de Reus también se plantean impulsar una cooperativa para que los trabajadores del sector puedan trabajar de forma regularizada. El concejal de Empresa i Ocupació del Ayuntamiento de Reus, Carles Prats, señala que en la actualidad el comercio electrónico «va a más» y es posible que este tipo de empleos también proliferen. Una cooperativa también serviría para poder ofrecer el servicio a los comerciantes de Reus.