Messi está en el paro. Se le ha acabado el contrato con su empresa, el Barça, y de momento es libre de decidir dónde trabajar. Si es que quiere, claro, porque con el dinero que ha acumulado podría vivir tres vidas sin necesidad de cobrar un euro más. Bueno, el caso es que hoy por hoy no tiene equipo, aunque todos los caminos parecen conducir a su continuidad en el Barcelona, sobre todo después del fichaje de su compañero en la selección argentina y amigo Sergio ‘Kun’ Agüero.
Pero, por si puede sonar la flauta por casualidad y porque ahora cualquier equipo puede ficharlo, uno de los que lo han intentado ha sido el Íbis Sport Club, de Brasil, que juega en el Campeonato Paulista de la Serie A2. La oferta se ha hecho viral, como no podía ser de otra forma en una entidad que se considera a sí misma «el peor equipo del mundo». «Este creo que es nuestro año. Estamos formando un equipo fuerte y buscamos el ascenso», declara sin rubor el presidente de la institución. Y no crean que este club, pese a su modestia, se rinde a las peticiones de Messi; por el contrario, es el equipo el que pone condiciones al astro argentino para que vista su camiseta: 15 años de contrato.
Iniciando el 1 de julio de 2021; salario en base a productividad; no puede hacer muchos goles (motivo de rescisión contractual); no puede ser campeón (motivo de rescisión contractual); no puede usar la camiseta número 10 (pertenece a Mauro Shampoo); debe jurar tres veces frente al espejo que Pelé es mucho mejor que Maradona. No sé por qué, pero me temo que no veremos a Messi jugando la próxima temporada en el equipo brasileño.
