Últimos días de julio, antes del inicio del periodo estival por excelencia. Parada de motores para descansar, desconectar y, al mismo tiempo, reformular estratégicamente el segundo semestre del año. Sin embargo, a nivel político poco podremos descansar.
Llevamos los ciudadanos intensos meses de información en esta materia. Inicio de año con elecciones en Galicia y País Vasco. El 12 de mayo tocó a Catalunya y luego las Europeas. El colofón final, aquí en Europa, Francia. Si alargamos la mirada, en Venezuela, Nicolás Maduro, va a por un tercer mandato como Presidente.
El bombardeo informativo que produce todas estas cuestiones hace que el ciudadano o esté muy interesado en política o «pase de ello». En Estados Unidos parece que Donald Trump esta enfocado en el escenario «estar interesado» y que la población no pase de la política.
Todo ello a tenor de las últimas declaraciones realizadas en el seno de su partido. Su equipo han vuelto a hacer de las suyas. En este caso no ha sido el candidato republicano a la Presidencia, sino el que se presume su segundo de a bordo, Vance, futuro vicepresidente, quien se ha hecho eco de estas desafortunadas, sin lugar a dudas, palabras. Al parecer, pronunciadas ya por Trump en 2021.
Palabras, por cierto, que no deja indiferente a nadie: «[...] Mujeres sin hijos, cuidadoras de gatos que se sienten miserables con sus propias vidas», para intentar desacreditar a su futuro rival, de una forma totalmente irrespetuosa.
Poco se imaginaba Trump que habría cambio de rival por una mujer que poco titubea, con experiencia institucional y con gran apoyo entre los demócratas
En Ciencia Política uno de los temas estrella es, sin duda, la realización de los mensajes, y discursos para pronunciar en campañas electorales, así como el análisis de los mismos tanto en periodo electoral como una vez finalizados éstos y los tiempos en los cuales se producen.
Centrándonos en la frase, viral, por cierto, en redes sociales, con la respuesta a nivel de comunicación que ello implica, un posible análisis seria este:
1. Miedo a perder. Donald Trump se veía ganador hace tan solo unas semanas. El partido demócrata estaba por debajo en intención de voto con respecto al partido republicano, con diferencia significativa. En un abrir y cerrar de ojos, cambia por completo la situación y ahora la diferencia en intención de voto es mínima.
2. Cambio de rival: Kamala Harris ya es oficialmente candidata a la presidencia de los Estados Unidos. La estrategia elaborada por el partido republicano debe cambiar y adaptarse a un nuevo escenario. Pero escenario no previsto. Harris representa tres variables a tener en cuenta en la sociedad política actual: mujer, afroamericana y primera persona del sexo femenino en ostentar el cargo de vicepresidenta de los Estados Unidos.
3. Edad. Desde hace tiempo, el factor edad ha sido el elemento clave para intentar desprestigiar al candidato demócrata a continuar en el cargo. En el cara a cara televisado, los titubeos de Biden marcaron el discurso, dando lugar a cuestionar la legitimidad de éste en el cargo. Y es que una de las causas estudiadas en los discursos que producen mayor desapego y deslegitimación es titubear. Tampoco el equipo de Biden supo salir airoso de este contrapie, puesto que un discurso con cierto titubeo, también puede expresarse como una cierta centralidad en la respuesta del candidato hacia un tema complejo. Sin embargo, Trump ganó. Poco se imaginaba él que habría cambio de rival por una mujer que poco titubea, con experiencia institucional y con gran apoyo de las filas demócratas. Y algo más: empieza a genera entusiasmo. Y ya sabemos que hoy se vota más con la emoción que con la razón.
Así que nos espera un mes de agosto intenso, en cuanto al ámbito político se refiere, tanto a nivel nacional como internacional.