Ojalá

Si algo positivo ha revelado esta crisis es que a nuestro lado viven unas personas excepcionales. Desde que comenzó el confinamiento hemos disfrutado de la generosidad de esos artistas que han cedido gratuitamente su talento a través de internet para ofrecernos conciertos, libros, películas y otros artículos que han contribuido a hacer la cuarentena más llevadera. También hemos redescubierto la importancia de esos trabajadores poco considerados habitualmente y reconvertidos en imprescindibles en tiempos de pandemia. Hablo de limpiadoras, cajeros y reponedores de supermercado y de un largo etcétera que no cabría en estas escasas líneas. Hemos visto la solidaridad de una sociedad que se ha puesto a tejer mascarillas para los que más las necesitan… Nos hemos dado cuenta de la valía de nuestros sanitarios, de su profesionalidad y de valentía al luchar en primera línea contra el virus aun exponiéndose al contagio. Ojalá estas cosas positivas las conservemos cuando toda esta pesadilla se acabe. Ojalá entendamos la importancia de la cultura y cuidemos a los creadores combatiendo la piratería; ojalá tengamos en cuenta que todo trabajo es digno y necesario y que, como tal, debe estar retribuido; ojalá comprendamos la importancia del sistema público de salud y no permitamos que nos lo recorten; ojalá ningún sanitario ni científico tenga que abandonar este país porque su trabajo no es reconocido; ojalá descubramos que hay cosas, muchas cosas, más importantes que el dinero; ojalá entendamos que la vida está ahí para vivirla, y que hay que hacerlo hoy, porque mañana puede ser tarde. Ojalá esto se acabe pronto y podamos volver a abrazarnos. Ojalá…