Idilio

Es el momento de establecer relaciones sanas y serias entre los constitucionalistas

19 mayo 2017 21:57 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:31
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Idilio: coloquio amoroso y, por extensión, relaciones entre enamorados.

Por consiguiente, un idilio político debería ser la relación amorosa entre dos dirigentes políticos. Este es el caso de la extraña relación entre Artur Mas y Oriol Junqueras. La RAE no específica la cantidad de enamorados que incluye un idilio, aunque ciertamente, recomendaría que no fueran más de dos. Estas recomendaciones, al igual que muchas otras, se han venido al traste porque han aparecido más enamorados que se han apuntado a este idilio independentista, aunque algunos ya se han divorciado.

Como siempre, cuando existe el cariño, existen roces. Mas, recientemente divorciado de Unió, y con vía libre para establecer matrimonios electorales con otras formaciones independentistas, ha decidido seguir con la pasión amorosa hacia la independencia.

Como dijo aquél, el amor es ciego y muchas veces con él pierdes el norte. Quizás sea este el caso. A esta extraña relación, entre la izquierda y la burguesía catalana, se apuntan asociaciones como Òmnium y ANC, en busca de un rinconcito de amor en el corazón del president en forma de subvenciones millonarias. Camuflan este amor, con un candidato ficticio que promete no entrometerse, pero ya se sabe que las relaciones amorosas son del todo imprevisibles…

Al margen del amor, y en la total racionalidad, se encuentra libre de cargas de todo tipo, Ciutadans, un grupo de personas libres, sin complejos y sensatas, que se dispone a liderar un gobierno de todos los catalanes para trabajar desde el primer minuto por devolver a Cataluña donde se merece. Por divorciarse del separatismo que pretende romper un país, una unión, familias e incluso matrimonios; por dejar a un lado la aventura de unos pocos románticos ciegos por la independencia, cual si fueran adolescentes.

Es el momento, de establecer relaciones sanas, serias y con las condiciones claras entre las fuerzas políticas constitucionalistas en Cataluña, para terminar de romper lo que personalmente llamo como el idilio utópico de la independencia.

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