En la apocalíptica saga cinematográfica Mad Max los personajes viven en un mundo caótico con escasez de recursos naturales. El agua es un lujo por el que hay una guerra abierta.
Está ambientada en un futuro distópico al que seguramente su director, George Miller, nunca pensaría que llegaríamos en la realidad. Pero todo se andará. La sequía que estamos padeciendo este verano es para preocuparse mucho. Apenas llueve y malgastamos el agua como si fuera un bien infinito.
En Tarragona, los embalses de Siurana y Riudecanyes están bajo mínimos y ya hay pueblos con restricciones. Hasta el Ayuntamiento de Reus ha pedido un consumo responsable a sus ciudadanos. Y mientras, de espaldas a todo esto, en El Vendrell hay bañistas que recogen firmas para que el consistorio abra las duchas de la playa para limpiarse la arena.
