Comienza el mes de agosto, que para muchos significa vacaciones, viajes, playa, familia y diversión. Para muchos, pero ni por asomo para todos. Y es que hay familias para las que este mes y su calor representan un infierno. Familias que ven un gran lujo en el simple hecho de encender el ventilador. Familias que se mantienen en el anonimato, pero que sufren en silencio.
Son situaciones que se dan en numerosos casos. Más de los que la gente piensa, pero que se mantienen invisibilizados. El estigma de la pobreza es una de las pesadas losas que se mantienen en la sociedad actual y, por ese motivo, la resignación es en ocasiones la única salida para estas personas.
La resignación y un abanico cuyo aire ni siquiera alivia la pesadumbre que supone encontrarse en esta tesitura y sentirse desamparado. Hoy va por ellas y por ellos.
