John Berger en Modos de ver dice: «La vista llega antes que las palabras. El niño mira y ve antes de hablar». En este sentido, la vista es la que establece nuestro lugar en el mundo circundante. Las imágenes conforman nuestra estructura de pensamiento y de comprensión de la realidad en forma paralela al lenguaje». Mirar como un modo estático de estar en el presente. Incluso como única opción posible al viaje. Porque viajar es imposible si vamos a ver, quizás aún sea posible si vamos a mirar. Ayer, sin ir más lejos, me fui de viaje a Tarragona. En realidad no me moví de la ciudad pero me instalé en la terraza más alta de la ciudad a mirar. Desde el mirador del Hotel Imperial Tarraco (quizás la terraza más impresionante de Catalunya) miré la Catedral. Me aislé del mar que tenía ese tono mineral del invierno, de las nubes que sazonaban el cielo de algodón, de la mole amarilla de la Casa Pilatos o de los gladiadores diminutos del anfiteatro. Miré con atención el rosetón, el cimborrio, las agujas inacabadas. Sin fijarme en nada más, como cuando vas a una ciudad, para ver un museo del que solo mirarás un cuadro durante dos horas (lo he hecho y lo recomiendo encarecidamente). Tras ese buen rato de unión con la piedra he regresado de mi viaje y me he tomado un vermut. Mirar te establece en el mundo, te crea el mundo, te da la información. Mirar no es ver, es comprender.
Mirar
22 marzo 2025 20:33 |
Actualizado a 23 marzo 2025 07:00

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