Hay gobernantes actuales que creen en ‘la ley del más fuerte’. No son, sin embargo, originales. Pensemos en Netanyahu, Putin y algunos otros y rescatemos viejos textos que parecen escritos pensando en ellos.
Aristóteles: «El tirano que empobrece a sus súbditos procura estar siempre en guerra para que no se rebelen». Maquiavelo se preguntaba si para un príncipe es preferible ser amado o ser temido, y decía: «Serían deseables ambas cosas, pero como es muy difícil reunirlas, hay mayor seguridad en ser temido que en ser amado». Añade que: «El príncipe dispone de dos recursos: la ley y la fuerza. El primero es propio de hombres; el segundo, de animales, pero como a menudo no basta con el primero, es necesario recurrir al segundo».
Nihil novum sub sole.