Irving Penn (uno de los fotógrafos más famosos del siglo XX) retrató a Joan Miró con su hija Maria Dolors en 1948. En la foto la hija le da la mano al padre que la esconde entre las suyas en un gesto de protección. Los dedos como si fueran una jaula tierna. Tienen los mismos ojos, padre e hija. Miró ya se había autoretrado con ella en un gesto también paternal. Una vez más, la pequeña le da la mano, y una vez más tienen los mismos ojos. En 1966, Maria Dolors sufrió un grave accidente al ser embestido su coche en un paso a nivel en Mont-roig del Camp. Trasladada a la Clínica Monegal de Tarragona, fue atendida solícitamente, hasta que se recuperó, por el doctor Rafael Orozco y su equipo médico. En agradecimiento a las atenciones recibidas, en 1970 Miró hizo donación de un tapiz al Hospital de la Cruz Roja de Tarragona, del cual, en aquellos momentos, era director el doctor Orozco. Joan Miró bautizó la obra con el título Tapís de Tarragona, y lo encargó al joven artista Josep Royo, que había contribuido a la renovación de la Fábrica de Tapices Aymat, de Sant Cugat del Vallès, que más adelante sería conocida como la Escola Catalana de Tapisseria, donde se realizaría el primer Tapís. El tapiz te recibía en la entrada del Hospital de la Cruz Roja de forma discreta. Pasabas por delante de un Miró casi sin darte cuenta. Debería ser nuestro Gernica.
Miró
20 noviembre 2024 20:57 |
Actualizado a 21 noviembre 2024 07:00
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