EEUU

Tu patria no es el lugar donde has nacido, es el lugar del que no quieres escapar. Eso lo decía el escritor cairota Naguib Mahfouz. Uno de los grandes. Escapar es algo que todos llevamos dentro como una pulsión, nos sentimos dueños de nuestro destino. Somos unos impertinentes que creemos que -a fuerza de voluntad- las cosas irán como nosotros queremos que vayan. Nos proyectamos hacia otros lugares, hacia un futuro que inunda nuestro presente. Lo decía Nietzsche «inflar el presente de futuro es querer introducir previsibilidad en la incertidumbre. Jugamos a hacer mundos en la nada». Perdonen las citas, pero sería ridículo no nombrarles. Las patrias, los destinos, la voluntad, las historias, la nada. Este fin de semana pasado hemos visto a un presidente de los EE.UU. recibir el soplo de una bala rozándole la oreja. Los asesinatos y sus intentos forjan la historia de los americanos. Son una constante de su destino que es siempre algo que llegará en el futuro. Hacer de nuevo América grande. América, patria de muchos que no quieren escapar, pero que, con la segura victoria de Trump, verán tambalear sus vidas. América que no hace más que llenarnos a todos el presente de un cantidad enorme de futuro.