Muchos científicos del siglo XX, como Werner Heisenberg, hicieron una transición o al menos una apertura desde posturas materialistas o ateas hacia concepciones más espirituales o filosóficamente profundas, por varias razones que se entrecruzan entre la experiencia científica, la reflexión existencial y los límites del conocimiento humano. Aquí algunas claves para entender ese fenómeno:1: El asombro ante lo incomprensible. La física cuántica, en particular, abrió un mundo completamente nuevo y contraintuitivo. Heisenberg, Bohr, Schrödinger y otros se enfrentaron a una realidad que no solo no podían predecir con exactitud, sino que parecía desafiar la lógica clásica. 2: Reconocimiento de los límites de la razón. La ciencia moderna mostró que no todo puede ser conocido o explicado mediante la lógica y el método científico. 3: La influencia de la filosofía oriental y la mística occidental. En el siglo XX hubo una gran apertura hacia filosofías como el taoísmo, el budismo zen y otras corrientes que abrazan la paradoja y la incertidumbre. Algunos científicos vieron paralelismos entre estos sistemas de pensamiento y las nuevas leyes de la física.
¿Dónde está Dios? ¿Qué es y desde cuándo es? ¿Qué era antes del Universo? Regreso a Bach y a un pasaje de su Pasión según San Mateo: Erbarme dich, mein Gott, o lo que es lo mismo: ten piedad de mi Señor...