Woody Allen dijo que después de escuchar media hora a Wagner le entraban ganas de invadir Polonia. Conozco a mucha gente que después de oír cada media hora las recriminaciones que se dirigen Iglesias y Sánchez, les entra ganas de apagar la televisión.
Veo inevitables las elecciones en noviembre. Pedir una abstención a Casado y Rivera es como pedir peras al olmo, y concluir que PSOE y Unidas Podemos acabarán pactando es muy improbable. El presidente parece ahora el menos interesado, reconociendo sin necesidad la mutua desconfianza con Iglesias.
Unas nuevas elecciones, sin embargo, no son garantía de nada excepto que haya mayoría absoluta, cosa imposible. Ya no estamos en los tiempos del bipartidismo. Lástima que tampoco en los del sentido común.