Las elecciones británicas de hoy giran en torno a la identidad del país, más que a la economía doméstica. El orgullo británico ha quedado herido después de tanto tiempo de encontrar resistencias al Brexit en la Unión Europea, y se ha plantado. Al menos este es el discurso emocional de Boris Johnson, que aspira a ser Churchill aunque se parece a Trump.
En España, acostumbrados a hacer chistes sarcásticos en los que quedamos mal, nos cuesta entender el humor británico, tan sutil. Igual que durante generaciones nos hemos esforzado por aprender inglés como sea, y no siempre nos lo han enseñado bien.
Es el caso de aquel que busca barato y…
-¿Es aquí la academia de inglés que solo cuesta un euro a la semana?
-If, if, between, between…