Toda la semana esperando el ansiado debate. Ganas tenemos todos de ver cambios y naturalmente para mejor. Como hemos podido apreciar, tenemos a Rivera con ánimo, muy enterado, preparado y dispuesto a darlo todo (al menos de momento). Habla del trabajo, de las empresas, de los autónomos y me fijé en el detalle de las eléctricas (donde se refugian los políticos), que cada vez son más caras y se hace muy cuesta arriba pagarlas. Si no recuerdo mal, quedó en revisarlo.
Por otra parte tenemos a Iglesias, también muy seguro, pero agotado de tanto luchar. Subió demasiado rápido y no estaba preparado. Habla bien, pero no acaba de llegar. La sombra de Venezuela le ha hecho mucho daño. También repite mucho lo de viviendas para todos, un sueldo digno para todos, nacionalizar la banca si se diera el caso y las eléctricas también si lo viera necesario. Pero me parece que los empresarios y trabajadores autónomos, al igual que cualquier otro empleado, quieren salir a flote por sus propios medios, no con ayudas.
Mientras uno habla de repartir, el otro habla de crear riqueza. Se tiene la convicción de que repartir es quitar a unos para dar a otros, mientras que lo segundo parece que sea conseguir algo con el esfuerzo de todos. Por tanto, hay que trabajar, o sea, crear empleo.
Y que todos puedan pagar sus hipotecas, guarderías, y todo lo necesario para la subsistencia.
Maria Elisa Aragonés Domènech
(Tarragona)
