Cambio de hábitos por la inflación

La subida incesante del precio de los alimentos da un respiro y sube en abril ‘solo’ un 12,9%, lo que supone 3,6 puntos menos que el 16,5% al que llegaron en marzo pese a las medidas de rebaja del IVA de algunos productos de la cesta de la compra. En efecto, los datos publicados ayer por el INE muestran que las familias siguen pagando un 13% más por los alimentos que hace un año, pero la escalada empieza a echar el freno. O sea, no es que hayan caído los precios, sino que la subida, que la sigue habiendo, es menos fuerte. Detrás de esta reducción en la subida de los alimentos se halla la bajada de los costes de las materias primas y fertilizantes en los mercados internacionales.

Aunque, sin embargo, la sequía podría dar al traste con esta tendencia porque las cosechas se encuentran muy perjudicadas y la oferta de alimentos decrece, lo que sin duda repercutirá en su precio. Llama la atención también un informe de Facua conocido ayer que pone de relieve que la rebaja del IVA de los alimentos básicos que entró en vigor el pasado 1 de enero no se está aplicando correctamente en las grandes superficies, según constató esta organización de defensa de los consumidores tras analizar 1.000 productos en los ocho supermercados más importantes del país durante el mes de mayo. En este contexto, los ciudadanos se han visto obligados a cambiar sus hábitos para hacer frente a la escalada de los precios. La búsqueda de ofertas, la preferencia por marcas blancas, la sustitución de la gran compra semanal por pequeñas compras cada día son algunos de estos cambios. Pero también muchas familias se han visto en la necesidad de reducir drásticamente el consumo de carne y pescado, productos sobre los cuales no se aplicó la rebaja del IVA. Preocupa en este sentido que la inflación repercuta, además de en los bolsillos, en la salud de los ciudadanos, al verse incapacitados de mantener la dieta mediterránea que tantas ventajas aporta.